Es “fácil” levantarse cuando uno está caído. Me digo: “bueno, peor no puedo estar”. De ahí que uno trate de mejorar. Y está bien: ese es el comienzo del éxito. En el articulo de hoy quiero acompañarte con más herramientas que te ayuden en el tramo de la perseverancia, recordando que la vida es un proceso, un camino, y que lo mejor que podemos hacer es vivir el momento presente y disfrutarlo, pues cada día tiene sus propios desafíos. Por eso, hoy te presentamos 4 razones para no bajar la guardia cuando te sientes fuerte:
1. Somos emocionalmente inestables
Bajar la guardia o pensar que “ya estoy completamente fuerte” es tan ingenuo como el sentimiento de desesperanza que dice: “nunca podré con esto”. Tenemos que admitirlo, somos emocionalmente inestables. Por eso, vivir un solo día a la vez nos ayuda.
Lucho y estoy fuerte hoy. Sólo hoy. No miro a los costados del pasado o del futuro. Me enfoco en estar fuerte. ¿Y cómo se hace? Haciendo lo que tengo que hacer. Dándole prioridad a las actividades importantes de mi vida, no perdiendo el tiempo con cosas que me puedan ir debilitando. Cada uno sabe qué nos debilita, por eso debo hablarme con verdad y no auto-engañarme.
2. Seguirse alimentando ayuda a estar robusto
Por más que uno esté saciado en un determinado momento, nadie piensa que nunca más volverá a comer. Lo mismo sucede con la lucha diaria. El que quiere perseverar auténticamente, se alimentará de herramientas de desarrollo personal, emocional y espiritual diariamente. Es una excelente manera de no perder el foco y permanecer robusto. En un siguiente post hablaremos de herramientas para el alimento diario.
3. Los buenos momentos son para disfrutarlos y recordarlos en tiempos difíciles
Este es un principio espiritual fundamental. Aprovecha y disfruta los momentos en que todo parece fluir; alégrate y regocíjate. Es un regalo hermoso el que estás viviendo. Al mismo tiempo, no te sorprendas cuando se termine esa sensación. Es normal en los seres humanos. Y cuando pases por momentos más grises u oscuros, recuerda que el sol siempre está presente, por más que las nubes lo oculten provisoriamente.
4. Sentirse fuerte no es el fin último, es parte del camino
Es hermoso sentirse fuerte, pero no nos podemos mentir. El objetivo es ser cada vez mejores, más allá de sentirnos fuertes o no. Por eso, el ideal es vivir animados y perseverantes, tanto cuando nos sentimos fuertes cómo débiles.
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Espero que estas herramientas te ayuden en tu vida cotidiana y me gustaría que me cuentes qué otras razones propondrías para no bajar la guardia cuando te sientes fuerte. Puedes seguirme en www.matiascono.com.