En la parte I de este artículo, “Pornografía y cambios cerebrales”, hemos analizado las consecuencias de la pornografía a nivel cerebral; en la parte II, “Pornografía y relaciones interpersonales”, nos hemos referido a cómo afecta las relaciones humanas, románticas o de otra índole. Se revelaron consecuencias severas para la concepción del cuerpo, la vida sexual, la intimidad, la fidelidad y la autoestima, entre otros.
Sin embargo, debemos ir más allá, pues décadas de estudios de instituciones académicas respetadas han demostrado los daños de la pornografía a nuestra cultura y sociedad en general. Analizaremos ahora algunos componentes sociológicos de la pornografía, y los impactos que la industria de la pornografía tiene en nuestro mundo.
Por qué la pornografía que hay hoy en Internet es diferente a todo lo que el mundo haya visto
El argumento de que la pornografía no es nada nuevo, que ha existido desde siempre y nunca causó un gran daño, parece bastante ingenuo cuando se piensa en lo diferente que es la pornografía que hay hoy en día en Internet con respecto a lo que existía antes. Es incomparablemente más accesible y más extrema que cualquier cosa que se haya visto antes, incluso hace una generación: un par de revistas viejas y destartaladas que se encuentran en el parque no son nada comparadas con los videos hardcore de alta definición a los que los menores tienen acceso hoy. [1]
En la actualidad, los sitios de pornografía reciben más tráfico en los Estados Unidos que Twitter, Instagram, Netflix, Pinterest y LinkedIn juntos.[2] Pornhub, uno de los sitios de pornografía líderes en el mundo, afirmó que en 2019 tuvo 42 mil millones de visitantes, con 39 mil millones de búsquedas realizadas. Eso es 115 millones por día, casi 5 millones por hora, y casi 80.000 por minuto. ¡Y eso es en un solo sitio![3] Juntos, los cinco sitios web de pornografía más importantes del mundo cuentan con más de 6 mil millones de visitas al mes, casi una al mes por cada persona en la Tierra.[4]
Cómo la industria del porno se beneficia del abuso y el contenido no consensuado
¿Cómo puedes saber si la pornografía que estás viendo es realmente consensuada? Bueno, la desafortunada verdad es que en la industria del porno no hay garantía. Debido a los heroicos sobrevivientes que han compartido sus historias en los últimos años, se está dejando más en claro cuáles son las prácticas abusivas de la industria del porno, incluido un historial que delata que, efectivamente, se beneficia del contenido no consensual.[5]
La mayoría de los principales sitios de pornografía no verifican la edad o el consentimiento de todos los participantes involucrados en el contenido subido a sus plataformas, lo que hace que sea increíblemente fácil cargar abuso sexual basado en imágenes ⎯a veces, denominado “pornografía de venganza”⎯ o incluso material de abuso sexual infantil ⎯también conocido como “pornografía infantil”.[6]
Y hay otra lamentable verdad: incluso cuando se trata de adultos que dan su consentimiento para estar en la pornografía, muchos son abusados, o sufren abusos en el set.[7] Al fin y al cabo, es virtualmente imposible saber si alguna pieza de contenido pornográfico es verdaderamente consensuada, ética o incluso legal.
Cómo la pornografía puede distorsionar la comprensión de los consumidores sobre el sexo saludable
La investigación de la encuesta sugiere que la mayoría de los jóvenes están expuestos a la pornografía ya a los 13 años.[8] Y, según una encuesta representativa a nivel nacional de adolescentes de Estados Unidos, el 84,4 % de los niños de 14 a 18 años y el 57 % de las niñas de 14 a 18 años han visto pornografía.[9]
Eso significa que la mayoría de los jóvenes obtiene al menos una parte de su educación sexual de la pornografía, ya sea que quieran o no. De hecho, un estudio muestra que aproximadamente el 45 % de los adolescentes que consumieron pornografía lo hicieron, en parte, para aprender sobre el sexo.[10] De manera similar, los resultados de la encuesta también muestran que uno de cada cuatro jóvenes de 18 a 24 años (un 24,5 % del total) incluyó la pornografía como la más fuente útil para aprender a tener relaciones sexuales.[11]
Los resultados de la encuesta también revelaron que más de la mitad de los niños de 11 a 16 años (un 53 %) y más de un tercio de las niñas de 11 a 16 años (un 39 %) informaron que creían que la pornografía era una representación realista del sexo.[12] De hecho, el 44 % de los niños que vieron pornografía informaron que la pornografía en línea les dio ideas sobre el tipo de sexo que querían probar.[13]
Esto en especial es preocupante considerando lo irreal y tóxica que puede ser la pornografía. De hecho, según un estudio de 2021, 1 de cada 8 títulos de pornografía mostrados a quienes visitan por primera vez sitios de pornografía describe actos de violencia sexual.[14] Además, la pornografía también promueve narrativas sexistas, temas racistas y otras ideas dañinas sobre el sexo y el consentimiento. ¿Qué tipo de mensaje envía eso a los jóvenes que recurren al porno para aprender sobre sexo?
Cómo la pornografía puede impulsar el tráfico sexual
De todas las formas en que la pornografía y el tráfico sexual se superponen, uno de los elementos más sorprendentes de todos podría ser el siguiente: incluso en la producción de pornografía convencional con artistas populares, es posible que haya tráfico sexual, y ocurre con más regularidad de lo que la mayoría de la gente piensa.[15]
Según la Ley de Protección a las Víctimas de Trata, la trata sexual se define como una situación en la que “un acto sexual comercial es inducido por la fuerza, el fraude o la coacción, o en la que la persona inducida a realizar dicho acto no ha cumplido los 18 años de edad”.[16] Eso significa que el tráfico sexual no requiere secuestro o amenazas de violencia: si hay algún nivel de fuerza, fraude o coerción involucrado en la producción de pornografía, legalmente se lo considera tráfico sexual.
Además, el consumo de pornografía puede ayudar a impulsar la demanda de tráfico sexual. Mostrar pornografía a las víctimas es una táctica de preparación común utilizada por abusadores o traficantes para ayudar a normalizar el abuso sexual.[17][18] De hecho, la pornografía puede ser tan eficaz para desensibilizar a los consumidores respecto las narrativas tóxicas que algunas pruebas sugieren que la desensibilización puede manifestarse en una mayor disposición a comprar sexo. Y ello aumenta la demanda de personas que son objeto de trata con fines sexuales.[19][20]
Mientras exista una demanda de pornografía, especialmente la pornografía que es extrema, abusiva o degradante, la industria pornográfica seguirá explotando a las personas vulnerables para satisfacer esa demanda.
Cómo la pornografía puede promover la violencia sexual
Según varios estudios que analizan el contenido de videos pornográficos populares, como mínimo 1 de cada 3, y como máximo hasta 9 de cada 10 videos pornográficos representan violencia o agresión sexual.[21][22] Y como afirmaron cada uno de estos estudios, las mujeres casi siempre fueron el objetivo: aproximadamente el 97 % de las veces.[23]
Si bien la cantidad de violencia que se muestra en la pornografía es preocupante, lo que resulta aún más perturbador son las reacciones retratadas a esa violencia. Un estudio informó que el 95 % de quienes consumían violencia o agresión en la pornografía parecían mostrarse neutrales, o respondían con placer.[24] En otras palabras, la pornografía está enviando el mensaje de que la violencia sexual es solo una parte del placer sexual.
Al ver escena tras escena de contenido deshumanizador o violento, esto puede empezar a parecer normal.[25]
De hecho, las investigaciones indican que los consumidores de pornografía tienen más probabilidades de cosificar sexualmente a los demás,[26] más probabilidades de expresar una intención de violar,[27] menos probabilidades de intervenir durante una agresión sexual[28] [29] , más probabilidades de culpar a las víctimas por haber sufrido una agresión sexual,[30][31] más probabilidades de que apoye la violencia contra la mujer,[32][33] y más probabilidades de que reenvíe mensajes de texto sin consentimiento[34] y de que cometa actos reales de violencia sexual.[35][36][37][38]
* * *
Como ha quedado de manifiesto a lo largo de las tres partes de este artículo, la pornografía no es inofensiva. Décadas de investigación y cientos y cientos de estudios indican que puede tener graves consecuencias negativas para las personas, las relaciones y la sociedad en su conjunto.
Si bien la multimillonaria industria pornográfica puede intentar vender pornografía como un entretenimiento inofensivo, la preponderancia de la evidencia sugiere lo contrario. Ayuda a construir un mundo más saludable: ¡rechaza la pornografía y sus narrativas tóxicas!
ORIGINAL: https://fightthenewdrug.org/3-reasons-why-watching-porn-is-harmful/
[1] Price, J., Patterson, R., Regnerus, M., & Walley, J. (2016). How much more XXX is generation X consuming? evidence of changing attitudes and behaviors related to pornography since 1973.53(1), 12-20. doi:10.1080/00224499.2014.1003773
[2] Semrush Blog. (2021). Top 100: The Most Visited websites in the US—2021 Top websites edition. Accessed on 24 May, 2021. Retrieved from https://www.semrush.com/blog/most-visited-websites/
[3] Pornhub Insights. (2019). The 2019 year in review. Retrieved from https://www.pornhub.com/insights/2019-year-in-review
[4] Castleman, M. (2018). Surprising new data from the World’s most popular porn site. Retrieved from https://www.psychologytoday.com/us/blog/all-about-sex/201803/surprising-new-data-the-world-s-most-popular-porn-site
[5] Mohan, M. (2020). ‘I was raped at 14, and the video ended up on a porn site’. BBC News. Retrieved from https://www.bbc.com/news/stories-51391981
[6] Kristof, N. (2021). Why do we let corporations profit from rape videos? New York Times. Retrieved from https://www.nytimes.com/2021/04/16/opinion/sunday/companies-online-rape-videos.html
[7] Lange, A. (2018). This woman says authorities doubted her sexual assault claim because she does porn. Buzzfeed News. Retrieved from https://www.buzzfeednews.com/article/arianelange/nikki-benz-porn-defamation-lawsuit-metoo#.ldPVz1Yg0
[8] British Board of Film Classification. (2020). Young people, pornography & age-verification. BBFC. Retrieved from https://www.bbfc.co.uk/about-classification/research
[9] Wright, P. J., Paul, B., & Herbenick, D. (2021). Preliminary insights from a U.S. probability sample on adolescents’ pornography exposure, media psychology, and sexual aggression. J.Health Commun., 1-8. doi:10.1080/10810730.2021.1887980
[10] British Board of Film Classification. (2020). Young people, pornography & age-verification. BBFC. Retrieved from https://www.bbfc.co.uk/about-classification/research
[11] Rothman, E. F., Beckmeyer, J. J., Herbenick, D., Fu, T. C., Dodge, B., & Fortenberry, J. D. (2021). The Prevalence of Using Pornography for Information About How to Have Sex: Findings from a Nationally Representative Survey of U.S. Adolescents and Young Adults. Archives of sexual behavior, 50(2), 629–646. https://doi.org/10.1007/s10508-020-01877-7
[12] Martellozzo, E., Monaghan, A., Adler, J. R., Davidson, J., Leyva, R., & Horvath, M. A. H. (2016). ‘I wasn’t sure it was normal to watch it’. London: NSPCC. Retrieved from https://learning.nspcc.org.uk/research-resources/2016/i-wasn-t-sure-it-was-normal-to-watch-it
[13] Martellozzo, E., Monaghan, A., Adler, J. R., Davidson, J., Leyva, R., & Horvath, M. A. H. (2016). ‘I wasn’t sure it was normal to watch it’. London: NSPCC. Retrieved from https://learning.nspcc.org.uk/research-resources/2016/i-wasn-t-sure-it-was-normal-to-watch-it
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[15] Lange, A. (2018). This woman says authorities doubted her sexual assault claim because she does porn. Buzzfeed News. Retrieved from https://www.buzzfeednews.com/article/arianelange/nikki-benz-porn-defamation-lawsuit-metoo#.ldPVz1Yg0
[16] Trafficking Victims Protection Act (TVPA) of 2000, Pub. L. No. 106–386, Section 102(a), 114 Stat. 1464. https://www.govinfo.gov/content/pkg/BILLS-106hr3244enr/pdf/BILLS-106hr3244enr.pdf
[17] Lanning, K. V. (2010). Child molesters: A behavioral analysis for professionals investigating the sexual exploitation of children. (No. 5). National Center for Missing & Exploited Children. Retrieved from https://www.missingkids.org/content/dam/missingkids/pdfs/publications/nc70.pdf
[18] International Centre for Missing and Exploited Children. (2017). Online grooming of children for sexual purposes: Model legislation & global review. ( No. 1). Retrieved from https://www.icmec.org/wp-content/uploads/2017/09/Online-Grooming-of-Children_FINAL_9-18-17.pdf
[19] Demand Abolition. (2018). Who buys sex? understanding and disrupting illicit market demand. Retrieved from https://www.demandabolition.org/wp-content/uploads/2019/07/Demand-Buyer-Report-July-2019.pdf
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[23] Fritz, N., Malic, V., Paul, B., & Zhou, Y. (2020). A Descriptive Analysis of the Types, Targets, and Relative Frequency of Aggression in Mainstream Pornography. Archives of sexual behavior, 49(8), 3041–3053. https://doi.org/10.1007/s10508-020-01773-0
[24] Bridges, A. J., Wosnitzer, R., Scharrer, E., Sun, C. & Liberman, R. (2010). Aggression and Sexual Behavior in Best Selling Pornography Videos: A Content Analysis Update. Violence Against Women, 16(10), 1065–1085. doi:10.1177/1077801210382866
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[28] Foubert, J. D., Brosi, M. W., & Bannon, R. S. (2011). Pornography viewing among fraternity men: Effects on bystander intervention, rape myth acceptance and behavioral intent to commit sexual assault.18(4), 212-231. doi:10.1080/10720162.2011.625552
[29] Foubert, J. D., & Bridges, A. J. (2017). What Is the Attraction? Pornography Use Motives in Relation to Bystander Intervention. Journal of Adolescent Research, 32(20), 213–243. https://doi.org/10.1177/0743558414547097
[30] Foubert, J. D., Brosi, M. W., & Bannon, R. S. (2011). Pornography viewing among fraternity men: Effects on bystander intervention, rape myth acceptance and behavioral intent to commit sexual assault.18(4), 212-231. doi:10.1080/10720162.2011.625552
[31] Foubert, J. D., & Bridges, A. J. (2017). What Is the Attraction? Pornography Use Motives in Relation to Bystander Intervention. Journal of Adolescent Research, 32(20), 213–243. https://doi.org/10.1177/0743558414547097
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[38]Mikorski, R., & Szymanski, D. M. (2017). Masculine norms, peer group, pornography, Facebook, and men’s sexual objectification of women. Psychology of Men & Masculinity, 18(4), 257-267. doi:10.1037/men0000058