Cuando encontramos al amor de nuestra vida, creemos que las cosas van a ser de cuento, que todo va a ser perfecto, fácil, tranquilo, ¡como en las películas…! Pero, cuando nos topamos con la realidad, decidimos no enamorarnos, ¡porque es una cosa de locos!
Y es cierto que, aunque el amor en una pareja debe hacer que las cosas fluyan, eso no quiere decir que la realidad que afrontan juntos y la misión de trabajar en equipo sean fáciles. Por eso les dejo estos consejos para esos momentos de dificultad.
Recuerden por qué están juntos
A veces con la rutina, con el pasar de los días y de los problemas, con el trabajo y con tantas cosas que llenan nuestra vida nos centramos en los problemas. Entonces, no nos damos cuenta de los pequeños detalles positivos que hay cotidianamente en el otro, y que se nos pasan de largo. Cuando estén en un momento de mucha incertidumbre, recuerden por qué están juntos, recalculen y plantéense nuevos objetivos.
“No comunicar” también comunica
Algunas parejas dicen: “Pero si yo no peleo, yo mejor nunca digo nada”. Aunque creemos que, si no hablamos, van a mejorar las cosas, hay que tomar en cuenta que no involucrarse en resolver el conflicto puede significar también indiferencia, evasión, falta de interés en la relación. No es suficiente en la comunicación ser un mero observador pasivo: resulta fundamental escuchar y aportar para la solución de los conflictos.
Apertura
Es común que algunas dificultades se presenten simplemente porque alguno de los dos no escucha al otro. Necesitamos ser menos egoístas y, en lugar de pensar en qué cosas podría hacer el otro para hacerme feliz, pensar qué cosas puedo hacer yo para hacer feliz al otro. Y eso requiere escuchar.
Cuando estamos aferrados a que el otro resuelva todo “para hacernos felices”, podemos caer hacer una lista interminable de deseos y cosas que probablemente no va a poder cumplir. Ahí, pregúntate: ¿amas a la otra persona por quien es, o por las expectativas que tienes de ella?
Rezar
Es importante que, cuando no sepan qué hacer con ciertas dificultades, se las entreguen juntos a Dios. Pero también es necesario que recen en lo particular el uno por el otro, para que el otro pueda sanar su corazón, seguir su vocación, afrontar mejor las dificultades… Cada uno sabe qué necesidad tiene el otro y, aunque mucho se habla de rezar juntos, también es clave rezar por el otro en nuestra oración del día. Es también una muy buena forma de empezar a pensar en la otra persona, y no en uno mismo.
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Recordar por qué estamos juntos, comunicarnos siempre, escuchar al otro sin egoísmos y rezar: espero que estos consejos te ayuden si estás pasando por dificultades en tu matrimonio o noviazgo.
Puedes contactarte con André Awad en @feminidad.cool.
