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Día: junio 2, 2024

Cómo saber si alguien que aparece en un video porno es víctima de trata

¿Cómo saber si el porno se hizo con consentimiento o no? ¿Cómo saber si alguien ha
sido víctima de trata para hacer porno? Te diremos cómo hacerlo. ¿Preparado para la
respuesta?

En el mundo de la pornografía, mucha gente cree que hay una gran diferencia entre el
contenido consentido y el no consentido. Sin embargo, ¿cómo distinguirlos? A veces, el
contenido realizado con víctimas de trata o personas que no consintieron que se
compartiera su imagen puede acabar en sitios pornográficos justo al lado de contenidos
realizados por actores porno profesionales (que también pueden ser víctimas de trata y
la explotación).

Algunos de los principales sitios pornográficos del mundo están siendo investigados y
demandados por beneficiarse y albergar contenido de personas víctimas de trata y
explotación, algunas de ellas menores de edad.

Así, la gran pregunta es: ¿cómo saber qué videos porno se hicieron de forma consentida
y cuáles no? ¿Cómo puedes identificar a las víctimas de la trata sexual en el porno, o
incluso a las víctimas de abuso basado en imagen que no querían que vieras sus fotos y
videos privados?

Te lo contamos. ¿Listo para la respuesta?

En realidad, no lo estarás. Y te explicamos por qué.

La desafortunada verdad sobre el porno no consentido

Una víctima de trata no va a dirigirse a la cámara y contar que está siendo víctima de
trata. Sin embargo, por desgracia, las imágenes y los videos de personas víctimas de
trata y explotadas a menudo llegan a los sitios de pornografía convencional, donde no se
distinguen del resto del contenido.

Pensemos en esta historia: una superviviente, cuyo captor dormía encima de ella por la
noche para que no escapara, la vigilaba a través de un agujero cuando iba al baño y
escuchaba sus llamadas telefónicas con una pistola apuntándole en la cabeza, fue
obligada a aparecer en un video que apareció en la lista de «producciones prosexo» del
Sinclair Intimacy Institute (1).

“Cada vez que alguien ve esa película”, dijo, “está viendo cómo me violan”. De hecho,
aunque la víctima manifieste su angustia, sigue siendo imposible saberlo, porque el
porno de violaciones y abusos se ha vuelto muy popular. Además, actualmente, hay
pruebas concretas de videos de víctimas de trata en sitios de consumo masivo.

Hay que tener en cuenta que el tráfico sexual rara vez se parece al de las películas:
mujeres jóvenes secuestradas a punta de pistola, transportadas a través de fronteras
nacionales y obligadas a la servidumbre sexual. Es cierto que eso también ocurre, pero
la mayoría de los casos de trata no tienen ese aspecto.

La Ley de Protección de las Víctimas de Trata (Trafficking Victims Protection Act,
TVPA) define la trata sexual como un acto sexual comercial “inducido por la fuerza, el
fraude o la coacción”. Esta frase ha ayudado a concientizar sobre la trata doméstica. Eso
significa que puede afectar incluso a los actores porno profesionales que cobran un
sueldo al final de un rodaje y duermen en su propia cama.

Sin embargo, hablemos de un ejemplo destacado de trata que ha llegado a muchos sitios
de pornografía convencional. Hablemos del caso “GirlsDoPorn”.

Videos reales de personas que eran víctimas de trata, pero los consumidores no lo sabían


En 2019, una empresa porno llamada “GirlsDoPorn” fue acusada de tráfico sexual de
casi dos docenas de mujeres en una gigantesca conspiración en San Diego. Unos meses
más tarde, a principios de 2020, veintidós mujeres de identidad reservada ganaron un
juicio contra la compañía por forzarlas, engañarlas y coaccionarlas para que filmaran
porno. Operaban desde 2015 y presuntamente traficaban y explotaban a muchas más
mujeres que las que participaron en la demanda.

¿Qué relación tiene esto con Pornhub y otras páginas populares de pornografía?
“GirlsDoPorn” era un socio prémium de viewshare para Pornhub, concretamente, y uno
de los canales más populares del sitio. Esto significa que los videos, algunos de los
cuales mostraban a once de las veintidós chicas que se presentaron, fueron vistos
millones de veces en el sitio. El canal “GirlsDoPorn” no se retiró hasta que en 2019 se
presentaron cargos por tráfico sexual contra los propietarios de la productora, a pesar de
que las víctimas de trata llevaban años rogando a Pornhub que retirara los vídeos de ese
canal.

Desde entonces, Pornhub ha retirado los videos de su canal oficial y los indicadores de
marketing relacionados con ellos, pero, de nuevo, solo después de que los propietarios
del sitio fueran acusados. Los videos de chicas víctimas de trata se suben
constantemente, se denuncian y luego de un par de semanas se retiran, a pesar de que
ahora es ilegal que cualquiera suba esos videos a Pornhub.

Ahora, cincuenta mujeres de identidad reservada han presentado una demanda contra
MindGeek, la empresa matriz de Pornhub, por supuestamente beneficiarse de forma
conciente de las imágenes y videos en GirlsDoPorn que mostraban sus pesadillas de
tráfico sexual, y por no moderar adecuadamente los sitios propiedad de MindGeek para
los videos abusivos.

Cabe señalar que Rubén André García, de 31 años, el intérprete masculino de los videos
de GirlsDoPorn, cambió su declaración a principios de diciembre de inocente a culpable
de “conspiración para cometer tráfico sexual” y “tráfico sexual por la fuerza, fraude y
coacción”.

La historia real de una superviviente del tráfico sexual

Nos sentamos con una de las mujeres víctima de trata por GirlsDoPorn, y nos contó
todo lo que sucedió en un viaje que aceptó hacer por lo que le dijeron que era un trabajo
de modelo de fitness. He aquí una parte de su historia.

En la habitación del hotel, los hombres que la habían estado manipulando tomaron su
celular, y su futuro agresor sexual, Andre, desenchufó el teléfono del hotel. Dijo que no
querían ser molestados: tenía una justificación para todo.

La sentaron en el escritorio y le pusieron un contrato delante. Cuando pidió leerlo, le
dijeron que no había tiempo. Pidió que le enviaran una copia por correo electrónico, a lo
que accedieron, pero nunca la recibió. Los hombres la intimidaban, se ponían encima de
ella y le indicaban dónde colocar sus iniciales sin dejarla leer el texto.

Cada vez que protestaba, los hombres la obligaban a obedecer, diciéndole que
cancelarían su hotel y su vuelo de regreso. Se negaron a llevarla a su casa a menos que
accediera a todo lo que le decían. “Toda tu familia se va a enterar de que querías hacer
un vídeo porno”, dijo André. “¿De verdad quieres eso?”

Esa era la realidad de la situación. La habían obligado, engañado y coaccionado para
que se viera en esas circunstancias, y ahora era víctima de trata con fines sexuales.
Ella calcula que empezaron a filmar a las nueve de la noche y no terminaron hasta las 3
o 4 de la madrugada. “Básicamente, me violaron durante todas las horas que duró”, dijo.
“Fue una agresión constante, y no fue nada suave. Fue brutal”.

Dos semanas después, un chico con el que iba al instituto le envió una foto de su pene
con un mensaje sexual gráfico. Se quedó sorprendida y desconcertada. Luego descubrió
el por qué. Un video de casi una hora de esa noche agonizante se publicó en dos
importantes sitios web porno, incluido Pornhub. En el título aparecía su nombre legal
completo. “Estaba muy asustada. No sabía si me iban a matar. Viendo el video ahora,
puedo verlo en mis ojos. El temblor de mis labios y mi voz, sé exactamente cómo me
sentía en ese momento. Pero cualquiera que lo vea, verá lo que quiere y pensará que fui
cómplice”, afirma. “Estoy segura de que la mayoría de esos espectadores no eran
conscientes de que, al ver los videos, estaban participando en la trata de personas, la
agresión y la violación”.

Los consumidores pueden ver trata o violación sin saberlo

¿Cuántos videos porno ven personas a las que jamás se les ocurriría contribuir con la
trata y que dan por sentado que están viendo el trabajo de artistas que dan su
consentimiento?

Pero “consentimiento” es una palabra escurridiza en el mundo del porno. Y de todas las
formas en que la pornografía y el tráfico sexual se solapan, el secreto más oscuro y
sorprendente de todos podría ser el siguiente: incluso en la producción de pornografía
convencional, el tráfico sexual es un hecho habitual. Recuerda, no requiere secuestros ni
amenazas de violencia. Todo lo que se necesita es coacción.

Así, refieren: “me amenazaron con que si no hacía la escena me iban a demandar por
mucho dinero”. También, “les dije que pararan, pero no pararon hasta que me puse a
llorar y estropeé la escena”. Además, “me dijo que tenía que hacerlo y que, si no podía,
me cobraría y perdería cualquier otra contratación que tuviera porque haría quedar mal a
su agencia” (2).

Ninguna de esas citas es de alguien que estuviera encadenado en una habitación.

Ninguna de ellas proviene de víctimas que fueron golpeadas hasta la sumisión o
retenidas a punta de pistola en algún sucio burdel. Todos esos actores volvieron a casa al
final del rodaje y cobraron su sueldo. ¿Pero suena a consentimiento? ¿O a coacción?

Este aspecto del mundo del porno es tan común que ni siquiera hace falta ir a sitios web
antipornografía o hablar con exactores porno para oír hablar de ello. Los actores porno
actuales cuentan las mismas historias. Dice mucho de la cultura y las expectativas de la
industria del porno que, a menudo, cuando se oyen estas mismas quejas de personas que
aún están dentro del negocio, las formulan en términos de un agente, director o actor
“poco profesional”.

Legalmente, según la TVPA, esto no es mera incompetencia; es tráfico sexual en
potencia, castigado con hasta veinte años de cárcel. De hecho, según la definición de
trata de personas de las Naciones Unidas, ni siquiera importa que la víctima haya dicho
que no: “El consentimiento de la víctima de trata se vuelve irrelevante siempre que se
utilice cualquiera de los ‘medios’ de trata (coacción, fraude, amenaza de fuerza, etc.)” (3).

***

¿Cuál es la conclusión?

El tráfico sexual moderno comparte una serie de conexiones simbióticas con la pornografía.
Con demasiada frecuencia, son una misma cosa.

Puedes odiar algo. Puedes indignarte por ello. Pero si sigues manteniendo y colaborando
con la industria que contribuye a darle vida, ¿de qué sirve tu indignación? Haz que valga la
pena, alza tu voz contra la esclavitud moderna, contra la explotación sexual y detén la
demanda de tráfico sexual a través de la pornografía.

Artículo original: https://fightthenewdrug.org/how-can-you-identify-sex-trafficking-victims-in-porn/


(1) Catharine A. MacKinnon, Are Women Human? (Cambridge, MA: Harvard University Press,
2007)
(2) Hughes, D. (2010). “Sex Trafficking of Women for the Production of Pornography,” Citizens
Against Trafficking.
(3) FAQs. (n.d.).