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Día: septiembre 25, 2024

¿Baja reserva ovárica como diagnóstico de infertilidad?

La hormona antimülleriana (AMH) es una proteína producida por las células granulosa. Se
encuentra en los folículos en los ovarios en las mujeres y en los testículos en los hombres. Su
principal función en la etapa embrionaria es inhibir el desarrollo de los conductos de Müller en el
feto masculino, lo que evita la formación de estructuras femeninas internas como el útero y las
trompas de Falopio.


En las mujeres, la AMH es un marcador importante de la reserva ovárica, que es la cantidad de
folículos antrales que una mujer tiene en sus ovarios. Los niveles de AMH se utilizan comúnmente
en estudios de fertilidad para evaluar la respuesta de los ovarios a los tratamientos de fertilidad.
En los hombres, los niveles de AMH también tienen implicaciones en la función testicular y la
diferenciación sexual durante el desarrollo.


Funciones de la AMH

  1. En hombres: Durante el desarrollo fetal, la AMH evita que los conductos de Müller se
    desarrollen, lo que es crucial para la diferenciación sexual masculina.
  2. En mujeres: Después del nacimiento, los niveles de AMH son útiles para medir la reserva
    ovárica junto con el recuentro de folículos antrales, los niveles de FSH y más parámetros.

Usos clínicos

  1. Fertilidad: La AMH es una herramienta importante en la evaluación de la fertilidad
    femenina y se utiliza para predecir la respuesta a los tratamientos de fertilidad, como la
    estimulación ovárica en la fecundación in vitro (FIV).
  2. Síndrome de ovario poliquístico (SOP): Las mujeres con SOP suelen tener niveles más altos
    de AMH debido a un mayor número de folículos antrales en los ovarios.


Utilizar la AMH para “diagnosticar” la infertilidad


Durante muchos años y por desgracia, aún sigue pasando, cuando la hormona aparece baja, la pareja
viene dirigida directamente a FIV, como si ese fuera el problema de salud por el que el embarazo no
llega. Lo que ocurre es que se les dice “tienes baja reserva ovárica, tu única opción es la FIV o
incluso la ovodonación si es muy baja”. El mensaje que pasa es que la mujer va a entrar en la
menopausia en poco tiempo y que tiene que darse prisa y hacer algo ya para poder tener un hijo,
llevando a los matrimonios a acudir a clínicas privadas y a tomar decisiones basadas en ese
“diagnóstico” de baja reserva ovárica.


Como he dicho, en fertilidad su uso ayuda a saber cómo va a responder esa mujer en concreto a un
tratamiento de estimulación de cara a una FIV, nada más. No nos dice cuál es el problema
subyacente, no nos dice si puede haber embarazo natural o no, no nos dice tampoco cuánto tiempo
queda hasta la menopausia, ni es un factor predictivo de menopausia precoz por sí solo. Por lo que
utilizar la AMH para “diagnosticar” la infertilidad, no solo es incorrecto a nivel médico, sino que
tiene lleva a muchas personas a vivir una experiencia de angustia, depresión y sensación de
urgencia (tienen que darse prisa).


Además, aunque muchos me critiquen por lo que voy a decir, es la excusa perfecta para sacarles
dinero a las personas jugando con el deseo de maternidad y paternidad, ofreciendo solo como
solución una fecundación in vitro.

***

Naprotecnología


En la mayoría de las parejas que tratamos con la Naprotecnología, la mujer tiene la antimulleriana
baja, de hecho, la mujer que yo he seguido con la AMH más baja (que se haya quedado
embarazada) era 0,01.
Así que, por favor, si vuestro diagnóstico es “baja reserva ovárica” o es “la calidad de tus óvulos no
es buena”, o frases así, sepáis que existe una alternativa, que eso no es un diagnóstico y que se
puede hacer mucho más a parte de la fecundación in-vitro.