Resultados.

Día: febrero 28, 2025

Cuatro consejos para equilibrar tu vida

¡Tener un orden en las cosas es importante, pero es tan difícil! Pensemos, por un segundo, en cuántas cosas hay que hacer en un día: cumplir con el trabajo, gestionar los pendientes del hogar, estar atento a tu pareja, a tus hijos, a tu salud, el ejercicio físico y muchas más.

Muchos hemos pasado por el proceso de ver que, de repente, algo en nuestra vida nos reclama el tiempo y la atención que debíamos darle. Además, hoy por hoy es algo que debemos equilibrar y, en algunas ocasiones, reparar.

¡Cuántas veces no hemos escuchado personas que deben hacer tiempo en su agenda para hacer ejercicio por una vida sedentaria! ¡Cuántas los hijos desarrollan sintomatologías y los padres se dan cuenta que eso ha ocurrido desde hace varios meses o años sin que ellos se enteraran! ¡Otras tantas nuestra pareja nos reclama atención y tiempo de calidad que no le hemos dado! ¡Todas, debido a nuestras ocupaciones! Por eso, hoy te quiero dar unos consejos que tal vez te ayuden a tener más orden.

1. Visualiza las áreas que todo ser humano debería mantener en orden

    Hay unos elementos imprescindibles que necesitamos mantener en equilibrio para no sufrir: el descanso, el trabajo, la alimentación, la socialización, la vida espiritual, la afectividad, la economía, el ejercicio físico y los vínculos familiares. Suena mucho, pero son los elementos en los que necesitamos acudir cada cierto tiempo porque hace parte de nuestro programa de vida.

    Lograr visualizar esto nos hará entender que nuestro día a día demanda nuestra atención más allá de la actividad laboral. Así, poder visualizar las cosas te permitirá tomar conciencia de que debes hacer un espacio en la agenda para ello

    2. Haz un discernimiento constante

    Muchas veces el motivo por el cual nos cuesta equilibrar nuestra vida es porque no hacemos un discernimiento verdadero de que es lo que nos pide Dios. Así, mantenemos estáticas ciertas dinámicas de nuestra vida, que nos funcionaron por un tiempo, pero que ya no se ajustan a nuestra realidad: un grupo juvenil, una actividad física, un horario laboral, etc.

    A veces nos desconectamos de lo que Dios nos pide y terminamos exigiéndonos de más porque nos acomodamos a ciertas dinámicas. No nos damos cuenta de que, después de cierto tiempo, probablemente hay que reestructurarla. Entonces, lo que es más cómodo y conocido para nosotros no es lo que mayor bien nos hará.

    Por eso, es importante examinar nuestra conciencia delante de Dios para entender qué nos pide: “examinadlo todo; retened lo bueno” (1 Tes 5:21-23).

    3. ¿Algo te quita libertad interior?

    Cuando examinamos las áreas de nuestra vida, en algunas ocasiones, encontramos que hay ciertas actividades que nos pueden estar quitando libertad y de las cuales nos volvemos esclavos. Muchas personas pasan horas y horas en el gimnasio, porque se preocupan de más por su físico y eso trae desequilibrio a sus vidas. Otras pasan mucho tiempo trabajando, ya que es el modo como se sienten más valiosos y amados.

    La pregunta fundamental es ¿cómo saber si algo me quita libertad en este momento? Una forma de darte cuenta es preguntarse: ¿si dejo de hacer lo que hago o por algún motivo esta actividad se transforma, sé quien soy?

    Cuando nuestra identidad se ha volcado tanto sobre algo que hacemos y lo confundimos con aquello que somos, nos empieza a generar distorsiones en la vida. Hay quienes no pueden dejar de trabajar un solo momento, porque sienten que se va parte de su identidad. Otrosno pueden permitirse faltar al gimnasio, porque sienten que faltar es faltarse a sí mismos y pierden libertad.

    4. Pon todo delante de Dios

    Muchas veces he realizado el ejercicio de examinar todo delante de Dios, como lo dice san Pablo en la cita anteriormente mencionada. En una actitud interior de apertura y confianza preguntarle ¿qué quieres que conserve?; ¿qué quieres que transforme?; ¿qué quieres que deje?

    Poder dejar de lado o transformar aquello que no me trae orden y paz me permitirá, seguramente, comprender mejor el llamado de Dios a mi vida

    ***

    En conclusión, tener orden nos exige estar permanentemente conectados y conscientes de lo que estamos haciendo en nuestro día a día y estar atentos a los cambios en nuestro momento de vida. Dios, seguramente, nos pedirá transformar ciertas actividades. Para esto es importante poder visualizar las áreas de nuestra vida que demandan nuestra atención y definir cuál será nuestra prioridad.