Venimos al mundo totalmente transparentes: de recién nacidos, si tenemos hambre, lloramos, si queremos dormir, lo hacemos; de niños, seguimos siendo honestos, y decimos lo que queremos o no. Sin embargo, con el paso del tiempo, nos vamos damos cuenta de que “es mejor ocultar ciertas cosas”, para poder pertenecer y recibir lo que deseamos. Aprendemos de los adultos a mostrar lo mejor de nosotros o a tapar aquello que creen que no es bueno. Muchas veces evitamos ser nosotros mismos, al grado de disimular nuestra tristeza, enojos y deseos; así, nos ponemos máscaras para evitar reflejar aquello que no queremos que sea visto. Esto lo aprendemos porque crecemos en un ambiente de amor condicionado —“yo te doy más amor o te amo más si te portas como yo quiero o pienso es mejor”—, e inconscientemente vamos entendiendo que sólo actuando de esta manera podremos ser dignos de ser amados. Y repetimos este patrón también en nuestras relaciones amorosas.
Al tener pareja, mostramos lo mejor de nosotros de manera “natural” por cómo hemos aprendido. El problema es que muchas veces nos callamos cosas para evitar conflictos, o nos forzamos constantemente a no ser transparentes con lo que sentimos o pensamos, pensando que solo así seguiremos siendo amados. Pero, a largo plazo, esto llega a ser contraproducente. En primer lugar, porque lo guardado llega a desbordarse y genera conflictos; y en segundo lugar, porque no permitimos que el otro nos conozca realmente, pues quitándole la oportunidad de conocernos es muy difícil que nos pueda amar. Para sentirnos amados realmente y poder amar al otro libremente es necesario mostrarnos tal cual somos, incluso con aquello que preferimos ocultar. Aquí te decimos tres cosas que ayuda a tener una relación más libre y más sincera.
#1 No tengas miedo de ser tú mismo
Eres suficiente y digno de ser amado por ser tú. Es mejor tener cerca a la gente que te quiere tal cual eres que estar en un círculo donde constantemente tengas que estar disimulando y no te sientas amado.
Solo siendo tú mismo puedes encontrar a las personas que te amen tal cual eres. Recuerda: nadie es perfecto, y no podemos esperar serlo. Lo importante es trabajar y reconcoer aquello en lo que podemos seguir avanzando, pero sobre todo ser sincero contigo mismo y con quien realmente eres.
#2 Sé más asertivo y busca aceptar al otro en su verdad
Habrá cosas que no te gusten de la otra persona, y es importante expresarle tu opinión, pero siempre desde el amor y aceptación. Debemos tener cuidado con pretender que el otro piense como yo, o con actuar como creo es mejor a mi punto de vista, porque en el momento en que lo hacemos estamos condicionando al otro. Aceptar al otro es lo más cercano al amor real, pues dejamos que el otro sea sincero con respecto de quién es y aprendemos a amarlo como es, y como a no una simple máscara.
#3 Práctica decir que no
Muchas veces por querer sentirnos validados no somos fieles a lo que pensamos, sino que caemos en ser complacientes. El poder decir no ante opiniones diferentes nos ayuda a evitar conflictos a la larga. Sé sincero con lo que piensas y habla con transparencia.
Recuerda que solo siendo libres es como podemos sentirnos realmente amados.
Con cariño,
Los Nandos