Las discusiones en pareja son más comunes de lo que pensamos. En algunos casos, se dan desde el inicio; en otros, después del matrimonio; y en otros, cuando llegan los hijos. Cuando se llega a un punto crítico, puede surgir la tentación de pensar: “creo que me equivoqué con esta persona.” La realidad es que las diferencias son sólo un signo de que somos humanos, de que tenemos costumbres distintas y de que somos únicos e irrepetibles.
Las discusiones pueden subir de tono por momentos, hiriendo al otro por distintas razones. También podemos herir al otro fuera del contexto de una discusión; por ejemplo, por alguna omisión. Por esta razón es muy importante conocer los lenguajes del perdón: cuál es tu lenguaje primario y el de tu pareja. Esto ya que hay distintas formas de pedir perdón, y no todas suelen ser igualmente significativas para ambos.
Los 5 lenguajes del perdón
Si este título te suena familiar, en buena hora, pues lo desarrolló Gary Chapman en su libro “Los 5 lenguajes del amor.” Nosotros, como matrimonio, queremos hacer feliz al otro siempre; pero también existe una tensión, pues estamos lejos de ser perfectos y, en ocasiones, nos herimos.
Esto va a seguir sucediendo por el simple hecho de que somos frágiles y contingentes. Por ello, en lugar de caer en un falso optimismo de que nunca más discutiremos, es importante determinar estrategias para lograr la reconciliación lo más rápido posible. El libro propone 5 lenguajes o formas de pedir perdón:
1. Expresar arrepentimiento
El arrepentimiento se percibe más genuino si se especifica por qué se está pidiendo perdón. Ayuda decir: “perdóname por haber dicho/hecho esto”, en lugar de decir “perdóname” únicamente.
2. Asumir responsabilidad
De poco sirve pedir perdón si luego de ello se culpa a terceros o a circunstancias externas por el daño que hemos causado. Agregar un “pero” al perdón podría simplemente empeorar las cosas.
3. Restituir el daño ocasionado
Muchas veces pedir perdón es sólo el primer paso para reconciliar la situación. Restituir los daños es importante, y siempre valdrá la pena preguntarse: “¿que puedo hacer para arreglar esto?”
4. Expresar un propósito de cambio
No se trata de generar la expectativa de que nunca más se va a fallar. Sí hay que pedir perdón cuando se ofende. No obstante, expresar que se desea cambiar un mal hábito o comportamiento que molesta mucho al ofendido es muy valioso.
5. Pedir perdón
No pocas veces existen casos en los que el ofensor restituye el daño ocasionado, pero no pide perdón verbalmente. Ciertamente, agregar la palabra “perdón” a la restitución hace que la relación se reconcilie con mayor facilidad.
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Para terminar les dejamos estas dos preguntas para reflexionar: ¿Cuál consideras que es tu lenguaje primario? ¿Cuál consideras que es el lenguaje primario de tu pareja?