Para construir una relación sentimental sólida, es necesario mantener desde el inicio un sano equilibrio entre el tiempo dedicado al amor y a la amistad, evitando conflictos que generen tensión y malestar. No es sano centrarse únicamente en tu pareja, desatendiendo las amistades, ni lo es dedicarse a las amistades sin proporcionar la atención que la relación de noviazgo requiere. Por eso, te paso estos tips:
#1 Equilibrar el tiempo dedicado al amor y a la amistad
Amor y amistad no son excluyentes, sino que se complementan, pues cubren diferentes necesidades afectivas. Al inicio de las relaciones, el enamoramiento genera la necesidad de estar constantemente con la otra persona. Esto puede llevar a descuidar a los amigos. Pasado el momento inicial, lo natural es que vayamos integrando a nuestra pareja en nuestras relaciones personales.
#2 Mantener los espacios personales
En las relaciones amorosas, cada uno tiene que mantener su espacio para cultivar sus respectivas amistades independientemente. La dependencia emocional convierte el noviazgo en un vínculo asfixiante.
#3 Congeniar con las amistades de tu pareja
La mejor opción es llevarte bien con las amistades de tu novio o novia, pues forman parte de su vida y te permiten compartir nuevos espacios para conocer mejor a tu pareja.
Claro: no tienen por qué ser los tuyos. Entre estas amistades habrá algunos con los que puedas tener mayor afinidad, y otros con los que no tanto. Cuando te gusten sus amigos, te infundirá más confianza el que comparta planes con ellos, y ofrecerás menos resistencia. Si los consideras una influencia negativa, la confianza se verá perjudicada.
#4 Que el otro se sienta prioridad
El problema puede ser que la pareja perciba que no ocupa un espacio principal en tu vida. Hay personas que sienten que las amistades y los planes están siempre por delante suyo, y que necesitan constantemente mendigar la atención y el cariño de su pareja.
#5 El equilibrio requiere planificación
Hay tiempo para todo, pero hay que planificar las actividades en tu agenda dejando espacios para el amor y los amigos. Si no lo planificas, es fácil que alguna de las partes esté descontenta.
#6 Intervenciones en la relación
No puedes olvidar que la relación es cosa de dos. En ocasiones, puedes pedir consejo a tus amigos sobre algún aspecto de tu relación, pero tú eres quien decide. Si la opinión de tus amigos se transforma en imposición para ti, o si compartes algo que pertenece a la intimidad de tu pareja, puede ocurrir que tu pareja tome distancia.
Hay personas que invaden la intimidad de la relación, opinando más allá de lo que la amistad les permite. Esto hay que cortarlo. Debe quedar claro que tu novio es lo principal para ti, y fomentar la comunicación para fortalecer la relación entre ambos. La amistad es la base más sólida para fundamentar una relación
En ocasiones, esas amistades producen celos en uno de los miembros de la pareja. Lo importante es transmitirlo que sientes con serenidad, para que la otra persona sepa cómo actuar sin herir tus sentimientos.
#7 Hay que ser bueno, pero no tonto…
La confianza no te impide comprobar que la relación que mantiene tu pareja con alguna amistad se escapa de lo normal. El vínculo de amistad se puede mantener, pero con los adecuados ajustes de tiempo, de dedicación e intensidad, para que sean compatibles con tu relación de noviazgo.
Debes tener claro y hacerle saber qué es lo que estás dispuesto a tolerar, y qué no. Puede que no te importe que felicite a determinada persona por su cumpleaños, pero puedes no tolerar que se tome una copa con ella.
Siempre hay amistades que preocupan más que otras, y eso es normal. No es lo mismo que quede con su ex, que con un amigo tuyo (y depende de cuál…).
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No es fácil conciliar amistad y noviazgo, pero hacerlo es necesario y sano. Como en todo en la pareja, la clave es el equilibrio.
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