El año 2024 fue muy duro para mí, ya que la muerte de mi mamá trajo consigo varias crisis. Durante este tiempo de duelo, lo que me sostuvo fueron mis amigas, que estuvieron presentes en cada paso. Colaboraron, me apoyaron y fueron, cada una, una bendición especial de Dios.
Reflexionando sobre esto y pensando sobre qué escribir para Ama Fuerte, recordé un fragmento de un artículo que leí en vacaciones: «a partir de la toma de conciencia de que todos formamos parte de una red de relaciones que no implica dependencia, sino interdependencia, surge la exigencia de actuar responsablemente frente a los otros que necesitan de nuestro cuidado» (Carman, 2024).
Aunque el artículo estaba enfocado en la maternidad, invito a las mamás de la comunidad de Ama Fuerte a darnos ideas sobre cómo apoyarlas. Por mi parte, este texto estará centrado en la amistad. Busca compartir cinco formas en las que mis amigas me acompañaron, con la esperanza de inspirarlos a fortalecer esa red de relaciones interdependientes que solemos llamar amistad. ¡Advertencia!: aunque hablo de experiencias con amigas, esto también aplica a los varones. ¡Muchachos, no se sientan excluidos, pónganse las pilas!
1. Rezar, acompañar, abrazar y escuchar
Hay una propaganda vieja de Cerveza Andes que dice que los amigos son los mejores psicólogos. Resulta que esto es cierto: no hay nada más sanador en la vida —incluso lo dice Santo Tomás de Aquino (S.Th I-II, q. 38, a. 3) — que juntarse con amigos para rezar, conversar y acompañarse mutuamente.
2. Responder con generosidad a necesidades concretas
Algo que nunca voy a olvidar es que me robaron el celular el día que fui a la clínica a reconocer el cuerpo de mi mamá. Lo que realmente quedó grabado no fue lo trágico del hecho, sino cómo mi amiga, que me había acompañado ese día, se lo contó a otra y, al día siguiente, esta última llegó con un celular listo para que yo lo usara.
Esto me dejó meditando de cómo el bien es siempre difusivo de sí, siendo un claro ejemplo de cómo la generosidad siempre expande en vez de contraer los vínculos.
3. Ayudarse mutuamente en las tareas (aventuras) de la vida
Una de mis amigas me regaló un cartel que decía: «la amistad verdadera divide las cargas, multiplica las alegrías y resta las tristezas.» Este año, con mis amigas, hemos hecho de todo, desde redecorar un jardín, cuidar una casa con su perro, hasta limpiar un toldo.
En años anteriores, incluso, dimos catequesis juntas. Mención especial a todas las que me acompañaron durante la internación y el funeral de mamá (incluyendo a mi prima, que se puso la 10 esa oscura semana). Realmente, uno puede llevar mejor el “anillo” cuando está con sus mejores amigos, como Frodo con Sam, Merry y Pippin.
4. Reír, cantar, pavear, disfrutar la vida
La vida no solo se compone de tareas difíciles y momentos trágicos. Las buenas amistades están ahí en las dificultades. También, son aquellas con las que podés reír, cantar y, simplemente, pavonear juntas. En otras palabras, tener esos momentos de ocio tan preciados que, como bien dice Joseph Pieper, hacen que la vida se vuelva más humana.
5. Animarse mutuamente a probar cosas nuevas
Uno de los desarrollos más interesantes de 2024 fue que me hice amiga de quien había sido mi profesora de Introducción a la Filosofía. Sus clases fueron uno de los motivos por los que seguí estudiando la carrera (aunque hay más razones, pero como dice San Juan, «no cabrían en este artículo»).
Este verano, ella me invitó a hacer algo nuevo e increíble: volar en avioneta en San Antonio de Areco. Esto era algo que siempre había querido hacer, pero que, probablemente, hubiera matado del susto a mi mamá. Hoy, ella ya está fuera de peligro (perdón por el humor negro). Gracias a esta nueva amistad, me animé a probar esa novedad.
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Este 2024, con sus bendiciones y desafíos, derramó su gracia sobre 2025, fortaleciendo mis lazos de amistad e interdependencia con mis amigas. Ahora los invito a ustedes a poner en práctica estas cinco ideas, o incluso a compartir otras, para seguir construyendo buenas y sanas comunidades Amando Fuerte.
Bibliografía del artículo
- Aquino, T. de. (s/f). Suma Teológica: Cuestión 38, Parte 1 de la Segunda Parte, Artículo 3. Recuperado de https://hjg.com.ar/sumat/b/c38.html
- Carman, P. (2024). “Mujeres madres en Argentina: una realidad pendiente de justicia y solidaridad”. En G. Di Renzo (Ed.), Justicia para las mujeres: Desafíos actuales de la ética teológica, Editorial CLACSO.
- Pieper, J. (2009). El ocio y la vida intelectual. Editorial Encuentro.
- Tolkien, J. R. R. (2004). El Señor de los Anillos: Edición completa. Ediciones Minotauro.