Por @psic.isacuen

Antes que nada, si no tienes ni idea de cómo son tus suegros, pongamos bases generales que puedan serte de utilidad.

La relación entre suegros y yernos es difícil porque se involucran muchos sentimientos. Muchas veces sucede en que estamos muy ensimismados en nuestras propias preocupaciones alrededor del encuentro. Olvidamos empatizar con las posibles emociones o sentimientos de los otros.

¿Cómo querés que te reciban?

Es necesario que tomemos en cuenta que la relación que hay entre tu suegro y tu novia o novio, marcará el tipo de recibimiento que te darán. Pues, en relaciones de mucho control, rigidez y sobreprotección un noviecito o una noviecita pueden ser muy amenazantes. Así, poco importará quién seas tú. Podrías ser otro y pasaría lo mismo. Posiblemente, entonces, podrías recibir un portazo en la cara.
Si por el contrario tus suegros son padres ausentes y distantes, lo lógico es pensar que les de un poquito igual con quién ande su hija o hijo. Entonces, resumiendo el punto número uno en una pregunta para ti ¿cómo es la relación de tu novia o novio con sus papás?
Contestar esa pregunta te ayudará a tener alguna idea de qué esperar. En algunos casos además de sobreprotección puede suceder que el hijo este triangulado entre sus padres. Es decir, básicamente, que sea una especie de servicio de mensajería entre ellos cuando dejan de hablarse. Incluso, que sea un réferi cuando los platos vuelan.

¿Vive en verdad en soltería tu pareja?

Podría pasar, también, que sea el apoyo emocional de alguno de los dos. Hay familias en los que los hijos más que parecer hijos son esposos emocionalmente hablando de su mamá o papá. En el supuesto de ser esta la situación, te puedo adelantar que es de las situaciones más complejas, puesto que tu novio o novia no está verdaderamente soltera. O sea, yo sé que civilmente si está soltero, pero familiarmente no. Sus papás no están dispuestos a dejarlo ir, pues se ha vuelto imprescindible.
En otro caso puede suceder que los hermanos de tu novio parezcan sus hijos. Tiene toda la vida haciéndose cargo de ellos o de decisiones que son de ellos. En este caso, los que no te querrán ver ni en la sopa serán tus cuñados. Te resumo el punto número dos en una pregunta, ¿Tu novio o novia, está verdaderamente soltero a nivel familiar?

¿Y si entienden sus papás que su retoño es un don de Dios?

Ok, tampoco te quiero traumar, tengo que explicarte que, también, hay relaciones muy saludables entre padres e hijos. Hay papás que entienden que los hijos no son suyos, son prestados. Saben que su principal objetivo es regresarlos a Dios, permitiendo que conozcan personas y alentando a que hagan un buen discernimiento y sigan su vocación ya sea vida religiosa o matrimonio.
Aun así, ¿qué crees? Son humanos y van a sentir un montón de cosas cuando a sus retoños, la luz de sus ojos y su regalo de cielo este estrenando parejita (¡esa criatura pusilánime se atrevió a poner los ojos en su adorado y perfecto retoño!). Por lo tanto, te recomiendo tomar en cuenta que en el caso de que tus suegros estén bien de la cabeza y tengan una relación saludable con sus hijos, aún, habrá sentimientos encontrados.

¿Te has pensado en los zapatos de tus suegros?

Por un lado, en los papás, está la preocupación de saber si tú eres buena persona, si realmente amas a su hijo o hija, si eres consciente de sus defectos, si buscas su bien mayor, si lo tomas en serio, etc. Por otro lado, está la inquietud sobre tu origen, quién eres tú, a qué te dedicas, cómo es tu familia, si tienes vicios, si intentarás alejar a su hijo de la familia y demás.
A fin de cuentas, el punto es que estás entrando en la vida de su hijo y la de su familia. Los hijos son, lo que más nos puede preocupar. Así que, si te tomas el tiempo de entrar un poquito en los zapatos de tu suegro o suegra, creo que pudiera ayudarte a, oportunamente, platicar cosas que dejen su corazón tranquilo en lugar de solo hablar del clima o cualquier tontería porque estamos nerviosos.

¿Te preguntaste si eres buena persona?

Deja que te hagan preguntas y responde con la verdad sin dar información de más o demasiado personal para el primer encuentro. Así, primero, pregúntate ¿soy buena persona? Si la respuesta es afirmativa, no tendrías por qué estar muy preocupado.
Claro, también, hay familias que no les importa si tú eres realmente de buen corazón y obras con el bien. Les importa más si tienes un apellido reconocido y una cuenta grande en el banco, pero ya ese es otro cantar. No dudes en decir quién eres, lo mucho que admiras a su hijo o hija y lo importante que es
para ti su bienestar. Esa primera reunión no tiene por qué ser fácil. Sí debe ser efectiva.

¿Qué hago si la situación es irreconciliable?

Por último, no menos importante, si la situación con tus suegros es irreconciliable, te ven como enemigo, por la razón que sea. Si, aún, así, tú eres, en general, un buen partido te aclaro, es algo vital, que al que le corresponde poner límites a tus suegros no es a ti, es a tu novio o novia. Más aún, cuando son esposos, al que le corresponde darte el lugar y buscar que se respete no es a ti, es a tu novio, prometido y esposo. Claro, no es lo mismo ser novios que esposos. Esa prioridad debe gradualmente pasar de nuestros padres a nuestros prometidos. Luego, bajándonos del altar, ahí, sí que las prioridades ya cambian por completo. No digo que abandones a tus padres. Solo digo que tu esposo está primero y tus hijos, también. En casos complejos, se recomienda acudir a terapia, dirección espiritual o formarse en este tema para que el hijo con todo y culpa o miedo pueda aprender a decir: no. A veces pasan toda su vida sin poner algún límite a sus padres. Simplemente les da terror.

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Ponerles un límite a tus padres no significa dejarlos de honrar. Deseo de todo corazón que ese primer encuentro sea lo mejor posible, con amor Isa.