Las rupturas sentimentales son momentos de cambio significativo en la vida de una
persona. Para aventurarte a una nueva relación, habrá que superar la etapa anterior. Esto
no es algo que deba tomarse a la ligera.

Es un sendero a menudo sinuoso y empinado, pues te puedes hallar en la disyuntiva de
iniciar una relación para curar otra o curar antes de iniciar algo con otra persona. ¿Cuál
es la mejor opción? Pablo Alborán, en “Volver a empezar” nos da una idea, que tiene
que ver con la aceptación, la paciencia y la esperanza.

El duelo

“Tengo que aprender a conformarme
Con lo que la vida me da
Dos manos y una voz pa’ cantarte
Y un corazón para poder amar”.

Pablo Alborán

Después de una ruptura, atraviesas un proceso de duelo. Este periodo es vital para
asimilar la pérdida y reconciliarte con tu historia personal. Debes mirar en tu interior y
hacer un trabajo emocional que te permita recuperar la estabilidad y crecer como
individuo.

El duelo no tiene un plazo fijo. Cada persona lo vive a su ritmo. Es esencial reconocer y
expresar las emociones que surgen, como la tristeza, el enojo o la confusión, y
permitirte vivir cada etapa sin prisa, evitando negar tus sentimientos al pensar que eres
fuerte y ya deberías estar bien.

Autoconocimiento y aceptación

“Tengo que dejar de ser cobarde
Y afrontar lo que el miedo me da”.

Pablo Alborán

Cada persona se halla en la ruta de una comprensión profunda de sí misma, si bien es un
camino complejo e inacabable. Este autoconocimiento te permite entender tus
necesidades, deseos y miedos, siendo una piedra angular para construir relaciones más
conscientes y satisfactorias.

Para estar listo para una nueva relación, debes aceptarte incondicionalmente,
reconociendo fortalezas y oportunidades, así como amenazas y debilidades (tu FODA
personal). Solo así puedes presentarte de manera auténtica ante una pareja potencial y
permitir que te amen. Si no te sientes bien estando sola, si te cuesta pasar un fin de
semana sin un plan, es posible que te falte trabajar en esto.

Dignidad, amor y respeto

“Ya era hora de cambiar de aires
Volverme loco por primera vez”.

Pablo Alborán

Siempre recuerda que tienes una dignidad natural como ser humano, creado a imagen y
semejanza de Dios, merecedor de amor y respeto simplemente por existir e
independientemente de tus pensamientos o actos. En el proceso de sanación es
fundamental reafirmar esta dignidad y no permitir que experiencias pasadas definan tu
valor.

Una relación saludable se construye sobre la premisa de que ambas partes son valiosas
por sí mismas y merecen un amor que promueva su crecimiento personal. Estás listo
para una nueva relación cuando entiendes y vives el amor no solo como un sentimiento,
sino también, como una decisión libre y consciente que comienza por amarte a ti
mismo.

El perdón y la misericordia

“Ya sé que algunas cosas hice mal
Pero deja, déjalo en mi ayer”.

Pablo Alborán

El perdón es un acto liberador más para uno mismo que para el otro. Rompe las ataduras
con el pasado. Perdonar no significa dejar pasar o minimizar el hecho de que te hicieron
daño, sino más bien, renunciar al deseo de venganza y elegir continuar con tu vida sin el
lastre del pasado. Aunque no es fácil, el perdón nos permite sanar y seguir adelante.

La misericordia te permite mirar con compasión tus heridas y las de tu expareja,
reconociendo la capacidad propia de fallar de la naturaleza humana que comparten. Nos
lleva a perdonar no solo por lo que nos hicieron, sino también, por lo que dejaron de
hacer. Es abandonar el resentimiento, el volver a sentir, quitando el peso que estas
emociones negativas traen a tu vida.

***

Volver a empezar de cero

“Volver a empezar de cero contigo o sin ti
volver a empezar de cero de nuevo estoy aquí”.

Pablo Alborán

Una paciente me compartió cómo, al iniciar rápidamente una nueva relación sin haber
cerrado ciclos, reconoció “hice trampa”, sabiendo que se apresuró. Terminó en una
situación de abuso y violencia. Este caso destaca la necesidad de trabajar en tu sanación
interior antes de comprometerte con alguien más, porque puedes equivocarte.

Estás listo para una nueva relación cuando has dado tiempo al duelo y al aprendizaje
sobre ti mismo. Lo estás, cuando puedes mirar atrás sin dolor y adelante con esperanza.
También, cuando, el amor que deseas ofrecer, surge de una plenitud interna y no de la
necesidad de llenar un vacío.

Debes orientarte hacia relaciones fundamentadas en el autoconocimiento, la dignidad y
el respeto. Son estos pilares los que pueden sostener un amor verdadero y maduro,
donde dos personas se eligen mutuamente con libertad y no por la carencia o el miedo.