Cuando estamos en un noviazgo, nos preocupa si vamos por el camino correcto, si esa persona es para nosotros, si podremos vivir toda la vida con los defectos del otro, si vamos a poder amarlo para siempre… Quiero decirles que es normal: de hecho, debería preocuparnos más no preguntarnos todas esas cosas.
Y no es que esas preguntas hagan la diferencia, lo que hace la diferencia son las respuestas a esas preguntas. ¿Por qué? Porque, sabiendo que el amor es una decisión, entendemos que ver todo de manera espectacular, sin defectos ni problemas puede ser una ilusión. Y ello nos impide tomar esa decisión libremente. Estos 4 criterios les podrían ayudar a discernir si están con la persona correcta
#1 Conocen y reconocen sus defectos
Para saber que están con la persona correcta, es muy importante que conozcan todo de ella, incluso sus defectos. Y no solo deben conocerlos, sino también saber que están dispuestos a abrazarlos, sin esperar que eso cambie cuando se casen. Claro que somos perfectibles: quien quiere cambiar puede hacerlo. ¡Aprovechen el noviazgo!
#2 Tienen un proyecto de vida en común
Es importante platicar acerca de lo importante. Claro que el amor es lo más importante, pero para que un matrimonio funcione es necesario hablar de cosas como cuántos hijos quieren tener, cuáles son sus prioridades, las finanzas de la casa (qué tal que para ti es prioridad un Porche y para el otro es prioridad seguir estudiando…). Escuché el otro día que el matrimonio no es mirarse el uno al otro, sino mirar juntos en la misma dirección. Pero la realidad es que con un ojo ves al otro, y con el otro ven en la misma dirección, porque los proyectos en común son importantes, pero cuando no se piensa en el otro y solo se piensa en uno mismo, no tienen sentido.
#3 Reciprocidad
No importa si uno es más cariñoso que otro, no importa si uno da regalos y el otro demuestra su amor de forma diferente, no importa si uno es más atento a los detalles y el otro se sabe todo de ti de memoria, no importa si uno da tiempo de calidad y otro palabras de afirmación todo el tiempo. No importa lo anterior, siempre y cuando ambos todo el tiempo piensen en cómo ser mejor y cómo hacer mejor al otro. Es importante que juntos sepan lo que necesita el otro: en la medida en que pensamos cómo hacer más feliz al otro, somos más felices. Además, es una forma de demostrar que son prioridad el uno del otro.
#4 Su forma de pensar en lo ensecial es parecida
Este es un punto que, si bien no es regla, ayuda mucho a discernir si las cosas que vemos hoy se van a acentuar en el futuro, o si son cosas con las que podrían vivir. Con esto de decir que deberían tener una forma de pensar parecida me refiero a que el otro no te obliga a hacer cosas que no van contigo, a que cuando hablan de sus hijos y de la religión que les quieren inculcar estén de acuerdo, y sobre todo si para alguno de los dos esto tiene un peso importante.
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A la hora de tomar una decisión tan trascendente, asegúrate de estar viendo correctamente la realidad, sin ilusiones ni espejismos. Después de todo, los criterios descriptos nos hablan, en el fondo, del amor; piensa, por ejemplo, que si para ti algo es importante (aunque para el otro no lo sea), se debe respetarlo. El otro le debe dar también esa importancia. ¿Por qué? Por amor a ti…