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Las 4 dimensiones de la sexualidad humana

Es común que al pensar en la palabra sexualidad lo primero que venga a nuestra cabeza sean las relaciones sexuales. Por mucho tiempo, creímos que por definición, la sexualidad solo se refería a una dimensión física que podíamos vivir y experimentar con nuestro cuerpo.

 

La verdad no es algo que sorprenda, si miramos cómo en la actualidad se comunica este gran don: siempre se enfoca en la genitalidad, el placer y nada más. La Real Academia Española la define de la siguiente forma: “el conjunto de condiciones anatómicas y fisiológicas que caracterizan a cada sexo” o “apetito sexual, propensión al placer carnal” (RAE).

 

Sin embargo, nuestra sexualidad va más allá de un plano físico. Abarca todos los aspectos de nuestra persona, concierne particularmente a la afectividad, a la capacidad de amar y de procrear y, de manera más general, a la aptitud para establecer vínculos de comunión con otro (CIC, 2332).

 

Podríamos, entonces, definir cuatro aspectos que abarcan nuestra sexualidad:

 

1. Dimensión corpórea/biológica

 

Se refiere a todas las características físicas y biológicas: genitalidad, cromosomas, cuerpo, higiene, actividad física, etc. Esta dimensión viene dada desde el momento de nuestra concepción, nos define como hombre o mujer, con todas las diferencias que eso conlleva. Por supuesto que aquí entran las relaciones sexuales, pero no queda reducida solo a ellas.

 

2. Dimensión psicológica

 

De manera general, se entiende como las emociones, los sentimientos, el desarrollo de los afectos y el intelecto. Es lógico pensar que cuando amamos y establecemos una relación con otro, entra en juego toda una carga psicológica, que se expresa a través de los afectos, sentimientos, etc.

 

3. Dimensión social

 

Genéricamente, se refiere a la interacción con los demás. El ser humano es un ser social y, por lo tanto, la sexualidad también tiene un componente social. No está hecha para vivirse en solitario, sino que debe buscar el bien propio y de la sociedad.

 

4. Dimensión espiritual

 

Se refiere a la manera de transcendencia, a los valores, al proyecto de vida y a la capacidad de establecer una relación con Dios. Lo cierto es que todos tenemos un deseo de trascendencia, todos queremos dejar una huella en este mundo; los creyentes queremos trascender en nuestra relación con Dios. En nuestra sexualidad, también va implícita esta dimensión. Muchas veces nuestros vínculos con otros van ligados a una espiritualidad compartida, a un proyecto de vida o a ciertos valores.

 

En definitiva, debemos dejar de pensar que sexualidad es igual a relaciones sexuales y placer. La sexualidad no solo la vives cuando tienes una pareja, se vive en cada instante de tu vida, en la relaciones y vínculos que estableces con otros, sean familiares, amigos o pareja.

 

* * *

 

Todas las dimensiones están fuertemente relacionadas entre sí, donde esté presente una también lo estarán las demás. No podemos aislarlas y pensar que nuestras relaciones serán guiadas de forma correcta por una sola de ellas, sería caer en un grave error.

 

Por ultimo, quisiéramos dejarte esta definición de sexualidad que seguro te ayudará a reflexionar y tener una mejor comprensión: “La sexualidad es un elemento básico de la personalidad; un modo propio de ser, de manifestarse, de comunicarse con los otros, de sentir, expresar y vivir el amor humano. La sexualidad caracteriza al hombre y a la mujer no sólo en el plano físico, sino también en el psicológico y espiritual con su impronta consiguiente en todas sus manifestaciones” (Orientaciones educativas sobre el amor humano, 4).

 

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