Como os comentamos en el anterior post, para nosotros la base de todo noviazgo deben ser las tres Ces: comunicación, confianza y consenso. Lo que une a estos tres conceptos es el fin que consiguen: hacer de la pareja un equipo.
Si tuviéramos que definir nuestro noviazgo en una palabra, sería, sin duda alguna, “equipo”. Esa realidad de “hacer piña” y de “servirse el uno del otro” es lo que para nosotros vertebra la realidad humana y mundana del noviazgo. Obviamente, sin dejar de lado la realidad espiritual, que es fundamental y nutre también esta otra realidad humana, que es la que nos ocupa hoy.
#1 Comunicación: La mejor manera de conocer a una persona es pasando tiempo de calidad con ella
¡Qué importante es que los novios se conozcan! Y eso sólo se consigue con la comunicación. Para que un equipo funcione, debe conocerse cada día más. ¿Y cómo se logra esto en el día a día, de forma práctica? Pues, el tiempo de calidad es el mayor conductor de dicha comunicación. Es por eso que aquí la clave es encontrar espacios en los que poder estar cómodos hablando. Con espacios me refiero a tiempo y lugares que os permitan estar a los dos a gusto compartiendo.
Y no nos engañemos, no hace falta ponernos profundos para conocer al otro. Lo más insignificante puede darte información de valor sobre el otro. Así que no nos agobiemos hablando de cosas profundas el primer día. Poco a poco irán saliendo.
#2 Confianza: si está contigo, es porque te quiere a ti, y tú a él
Esta segunda “C” va muy ligada a la primera, ya que ambas se retroalimentan. Cuanta más comunicación, más confianza y cuanta más confianza, más comunicación.
Lo mejor para fomentar la confianza en la pareja es tener paciencia y no presionar. La confianza se construye día a día y es normal que haya uno que confíe desde el día uno, y otro al que le cueste un poco más. También se debe cuidar mucho, porque a la mínima puede que esa dinámica de confianza se rompa. Lo que mejor ayuda a confiar en el otro es la transparencia. Ser transparente el uno con el otro es lo que más nos ha ayudado a Pepe y a mi. En la transparencia nunca hay maldad.
#3 Consenso: No se trata de lo que es tuyo o suyo sino de acordar lo vuestro
Esta “c” es la última que descubrimos nosotros, y fue todo gracias a @luzmaral y su gran blog. Quizá es la más desconocida de las tres ces, pero realmente es la más práctica y fácil de aplicar en el día a día. Consiste en llegar a un punto común o a una decisión común en todas aquellas situaciones o temas en las que se difiere.
Lo importante aquí no es el esfuerzo que conlleva no hacer lo que uno quiere, en favor del acuerdo (que también). Lo más importante es que la responsabilidad de la decisión cae sobre los dos, ya que es una decisión conjunta. Esto hace que nos ahorremos muchos reproches por decisiones o situaciones que salen mal, y además nos hace crecer como pareja.
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Combinar estas tres «ces» en el día a día es lo que conseguirá que, a la larga, no solo seáis un equipo local, sino que lleguéis hasta las olimpíadas y mucho más.
Si tenéis cualquier pregunta no dudéis en escribirnos a @princespequitas, la cuenta personal de Ana. También podéis vernos en Youtube: Querer para dummies
¡Nos encontramos en el próximo artículo!