Seré muy honesta. Hay dos formas de vivir la soltería; considerándola una gran bendición y un tiempo propicio para crecer en diferentes áreas, o viéndola como una especie de purgatorio que hay que padecer antes de entrar “al cielo”. Si estás en este momento soltero, es probable que vivas ambas sensaciones, porque lo cierto es que la vida no es plana, y las emociones tampoco lo son.
Antes de tener novio, duré 5 años y unos cuantos meses soltera. Puedo decir con toda transparencia y sin vergüenza que tuve mis altas y mis bajas, tuve días en los que me sentía completamente plena, y otros tantos en los que sentía que nunca llegaría alguien para mí.
Por eso, si estás pasando por “las bajas” o si sientes que ya se te “pasó el tren”, quiero contarte detalles que se viven del otro lado. Puede sonar chistoso, pero lo cierto es que a mí me hubiese encantado escuchar a alguien que me recordara ciertas cosas. Aquí te dejo tres claves.
#1 Deja de idealizar las relaciones
Intenta no pensar en que la persona perfecta existe y en cómo será o no será tu futuro noviazgo. Lo que se ve en redes sociales, en películas, en libros y hasta en algunas relaciones cercanas no es todo perfección: la vida real está llena de subidas y bajadas. Y, así como en la soltería hay días buenos y días regulares, en cualquier noviazgo y relación madura también sucede lo mismo.
Tener claro esto desde la soltería te evitará muchas lágrimas y frustraciones. Un noviazgo puede ser hermoso, pero al mismo tiempo tiene que ser real.
#2 Nunca estamos listos
Aunque suene fuerte es lo más cierto que te puedo estar escribiendo. En la soltería se pueden sanar muchísimas heridas desde la parte psicológica, y también desde la espiritual. Sin embargo, eso no garantiza que estés completamente sano y listo para emprender un noviazgo.
De hecho, es justo cuando inicias una relación que comienzas a descubrir un montón de heridas, actitudes y situaciones personales por sanar. Así que no te afanes: disfruta tu proceso y recuerda que todo tiene su tiempo bajo el sol. Esta última idea me lleva a lo tercero que te quiero compartir.
#3 Un noviazgo también es terreno fértil para sanar
Definitivamente, un noviazgo significa poner en práctica todo eso que has sanado en la soltería, claramente si permites que tu proceso sea así. El caso es que la práctica a veces nos prueba que tener conocimientos no es suficiente. Por eso, desde la soltería puedes prepararte para fallar algunas veces en un noviazgo. Si dejas de idealizar las relaciones y eres consciente de que en cualquier relación las diferencias son completamente normales, podrás vivir un futuro noviazgo en el que tus heridas puedan doler menos, y hasta sanar.
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Para concluir, quiero invitarte a disfrutar este tiempo que estás viviendo con una gran dosis de realidad, entendiendo que las cosas casi nunca suceden como las imaginamos, y previendo que cualquier persona que llegue a tu vida tendrá virtudes y pecados. Las relaciones más hermosas no son las aparentemente perfectas, sino aquellas en las que hay crecimiento y sanación mutua.
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