“Un esposo exitoso, con una esposa infeliz, ha fracasado como esposo exitoso. Y viceversa”. Muchas personas, cuando entran a una relación —y sobre todo cuando la formalizan— se olvidan de sus sueños. Y algunos otros no olvidan los propios: olvidan los de su pareja.
Vidas unidas
Una vida plena en pareja es aquella en la cual los dos, como seres individuales, deciden unir sus vidas para construir sus sueños juntos. En ella, los dos construyen juntos, pero a la vez se ayudan mutuamente a construir y alcanzar sus sueños personales.
Una falsa creencia
Tristemente, hay quien cree que por casarse ha perdido el derecho a tener sueños personales. Una falsa creencia que seguro, años después, pasará factura a la relación, cuando esa persona se haya dado cuenta de que, sin notarlo, renunció voluntariamente a sus sueños.
Y no se quedará ahí. Esta persona, cegada por el dolor que le causará ver sus años pasar sin haber luchado por sus sueños, señalará a su pareja como la culpable de no haberlos alcanzado.
No dejes que esto te pase
O, si ya te ha estado pasando, es momento de despertar. Siempre pregúntate a ti mismo, y pregúntale a tu pareja: ¿cuáles son tus sueños más profundos?, ¿por qué te gustaría alcanzarlos?, ¿qué es lo que te mueve?, ¿cómo crees que te sentirás cuando alcances eso que quieres?, ¿cómo te puedo ayudar a alcanzar eso que quieres lograr?
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Deja en claro tus sueños para ti mismo y para tu pareja. Trata de involucrarla, en la medida de lo posible, y aunque sea un sueño personal, trata de hacerla sentir parte de ello. Un matrimonio exitoso habla de dos esposos que son en verdad profundamente exitosos: son felices, son completos y han cumplido sus sueños a lo largo de este camino.
Sueñen mucho juntos, pero nunca dejen de soñar individualmente.
Un abrazo,
Hernando y Elena