¿Cuáles crees que son nuestras debilidades y fortalezas como pareja? Sobre eso va el ejercicio que te compartimos hoy para que lo apliques con tu pareja. Piénsenlo así: mantenerse conscientes de sus debilidades y fortalezas les asegura un crecimiento exponencial.
Debilidades y fortalezas
Era 2018; nosotros teníamos unos cuantos meses de haber sido papás por primera vez, y Nando estaba estudiando su maestría. Eso significaba que había días en que Nando salía de casa a las seis de la mañana, y volvía recién a las diez de la noche, lo cual hacía que nuestra comunicación se viera afectada. Fue entonces cuando empezamos a formularnos esta pregunta, que ahora usamos como termómetro cada cierto tiempo para medir cómo está nuestra relación: “¿Cuáles crees que son nuestras debilidades y fortalezas como pareja?”.
En aquel momento, nuestra debilidad fue la comunicación. Y, después de mejorarla, nos dimos cuenta de que ahora nuestro problema era el poco tiempo de calidad. En ese punto entró en juego nuestra fortaleza: la creatividad.
Y así implementamos el decirnos “te extraño mucho”, con un tono medio infantil, pero que a nosotros nos sirve de señal para saber cuándo uno de los dos siente que necesitamos pasar algo de tiempo a solas.
Un tip: implementen señales físicas, visuales y auditivas que les ayuden a comunicarse de forma simple, pero clara.
Ejercicio de 6 pasos para crecer en pareja
Primero queremos dejar en claro que este ejercicio requiere de verdadera humildad, y con esto nos referimos a saber reconocer no solo las debilidades, sino también las fortalezas que tienen como pareja. Aquí vienen los seis pasos:
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Tome cada uno por separado pluma y papel, y marquen con una línea en medio del papel dos columnas.
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El lado izquierdo tendrá por título “debilidades”; el derecho, “fortalezas”.
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Cada uno escriba al menos 3 cosas de cada uno de los lados, sin compartirlo aún al otro.
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Mientras escriben, recuerden situaciones y momentos específicos en los que hayan visto reflejadas cada una de las 3 cosas que anotaron.
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Ahora, que comparta primero uno y explique sus puntos, mientras que el otro sólo escucha con atención sin decir nada. Después, cambien de turno.
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Y, cuando hayan terminado los dos, ahora sí es momento de platicar en conjunto de todo lo compartido.
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Última recomendación: háganlo en un ambiente tranquilo, sin prisas, en donde nadie pueda distraerlos o molestarlos. Piensen así: cuando comienzas a trabajar diario por tu relación, es cuando el amor sucede. Porque el amor no es magia: el amor se construye.
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