Los Métodos de Reconocimiento de la fertilidad incluyen aquellos métodos basados en
la identificación de la ventana fértil. La observación del momento fértil es realizada por
la mujer a través de los indicadores de fertilidad a lo largo de su ciclo ovárico. Esta
información es útil para la mujer a la hora de valorar su salud reproductiva, al mismo
tiempo, ese autoconocimiento supone una mayor autoestima.
Por otro lado, el reconocimiento de la fertilidad es un medio utilizado por muchos
matrimonios para vivir la Planificación Familiar Natural (PFN). Esta práctica supone la
decisión conjunta a la hora de tener o no relaciones según las posibilidades de embarazo
y en función de la finalidad que se desee (lograr o evitar una gestación).
La eficacia
La eficacia de estos Métodos depende, fundamentalmente, de dos variables:
- La identificación precisa de los días fértiles del ciclo femenino.
- La modificación del comportamiento sexual: estos Métodos utilizan unas reglas
específicas a la hora de tener relaciones cuando se desea un embarazo o cuando
se desea posponer. En el primer caso, el matrimonio aprovecha los días de más
posibilidad de embarazo dentro de la ventana de fertilidad, y, en el segundo caso
las reglas del Método implican abstinencia sexual durante la ventana de
fertilidad.
El éxito en el matrimonio
Para que la PFN sea exitosa en el matrimonio, se han de dar dos requisitos:
El primero, una motivación real por parte de ambos cónyuges, especialmente por parte
del varón. Sabemos que la fertilidad depende de los dos por igual, de manera que
necesariamente se debería vivir como algo compartido. Esto supone, por ejemplo, que
en el periodo de aprendizaje participe también el varón, que sea él el que registre en la
gráfica los ciclos de la mujer, etc.
El segundo, que se deriva del primero, es considerar que la responsabilidad de tener un
hijo es de los dos: la paternidad responsable es del matrimonio, no solo de la madre ni
solo del padre. La paternidad responsable supone la capacidad de decidir libremente,
con recta conciencia, respetando el sentido de la sexualidad conyugal. Para ello ambos
han de ser conocedores de las posibilidades de embarazo que pudiera haber tras una
relación sexual, para así lograr tomar la decisión que en ese momento consideren que
beneficia a su matrimonio. Es una decisión conjunta en donde ambos participan por
igual.
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La importancia, entonces, de monitorear la salud reproductiva de la mujer está a la vita.
La fertilidad de la mujer es la fertilidad de la pareja. La responsabilidad de tener un hijo
es de los dos. Ambos esposos deberían, entonces, aprender a gestionar la ventana de
fertilidad.