Es una pregunta muy común, en mi consulta, el qué hacer antes de suspender los anticonceptivos. He percibido, en mi acompañamiento como ginecóloga, que muchas mujeres sienten que no hay una guía clara en esta situación, sobre todo cuando los anticonceptivos hormonales han sido prescritos como un posible tratamiento.
Por eso, hoy quisiera darte cinco consejos que pueden ayudarte para tomar esta resolución de dejar las hormonas sintéticas y buscar alternativas en todos los aspectos de tu vida, que te lleven a una vivencia plena y verdaderamente libre de tu feminidad.
1. ¿Qué efectos puedes experimentar al dejar los anticonceptivos?
Amenorrea (ausencia de menstruación) o menstruación irregular:
Porque tu cuerpo necesita un tiempo para adaptarse a ser nuevamente el que tiene el control y generar los niveles hormonales naturales y normales que le permiten mantener un equilibrio. Puede durar algunos meses posterior al retiro de los anticonceptivos, pero en teoría con la gran mayoría de los anticonceptivos, al cabo de tres meses, se han eliminado todas las hormonas sintéticas que se encontraban aún circulantes.
Vale la pena mencionar que, con algunos anticonceptivos inyectables, sobre todo con el acetato de medroxiprogesterona (inyección trimestral), los estudios describen que el retorno de la fertilidad puede prolongarse hasta 1 año y medio después de la suspensión.[1]
Menstruaciones más abundantes, dolorosas y prolongadas:
Los primeros tres meses después de dejar los anticonceptivos, en algunas ocasiones, la menstruación puede ser más prolongada. Al principio, el sangrado menstrual puede percibirse más abundante, doloroso o prolongado, pero esto se debe a que es realmente una menstruación (aquel se presenta posterior a una ovulación).
Las mujeres bajo los efectos de los anticonceptivos, , no tienen sangrados menstruales sino sangrados por deprivación al estos generar un bloqueo del ciclo y las fluctuaciones hormonales normales. Es decir, los sangrados por deprivación son sangrados inducidos por la ausencia de estimulo hormonal (durante el “descanso” de siete días o toma de placebo). Esta es la razón por la cual experimentan sangrados bastante ligeros e incluso solo manchado café.
Acné hormonal y alopecia androgénica (caída de cabello):
Los anticonceptivos hormonales tienen un efecto antiandrogénico, es decir, reducen las hormonas masculinas (andrógenos) disminuyendo, así, la producción de sebo a nivel cutáneo y, por tanto, el acné. Por eso, en los primeros meses posterior a la suspensión, es usual ver un rebote de este síntoma, con la aparición nuevamente de acné, pero que suele estabilizarse al cabo de unos meses. Si persiste, quiere decir que estamos ante un acné que debe ser estudiado para dar un tratamiento adecuado.
Estabilidad emocional y mental:
Como la ciclicidad femenina normal se restaura, se vuelven a experimentar los cambios psicológicos cíclicos normales, con síntomas premenstruales leves y un equilibrio emocional, con menos ansiedad, tristeza y labilidad emocional. Estos son síntomas frecuentes en las mujeres que usan anticonceptivos, ya que no logran conectarse con ellas mismas por la supresión de la psicología cíclica femenina natural. Algunas mujeres con síndrome premenstrual, que son síntomas premenstruales físicos y/o psicológicos que alteran la calidad de vida, experimentarán nuevamente esta sintomatología, y deben consultar para explorar opciones terapéuticas.
Pérdida de peso:
Los anticonceptivos hormonales, sobre todo los combinados (que contienen estrógeno sintético), pueden causar retención hídrica y aumento de peso secundario. Cuando se suspenden los anticonceptivos, se puede experimentar la pérdida de peso relacionada directamente con el cese en la retención de agua.
Recuperación de la líbido y la lubricación vaginal:
Con la suspensión de los anticonceptivos hormonales, cesan los efectos anti-androgénicos, con un pico de testosterona natural que aumenta la libido y sin los efectos directos de las progestinas a nivel vulvar y vaginal, como: resequedad por disminución de la lubricación vaginal, dispareunia (dolor con la relación sexual), irritación y vulvodinia (dolor a nivel vulvar), entre otros. Además, empiezan a liberarse los estrógenos naturales, que permiten la restauración progresiva del trofismo vaginal y la lubricación.
Cese de efectos adversos secundarios a anticonceptivos:
Sobre todo muchas mujeres refieren mejoría significativa de la migraña o dolor de cabeza, que es un claro efecto de las hormonas sintéticas, sobre todo de las progestinas.
2. Si los tomaste por una enfermedad, escoge otra opción terapéutica
En este apartado simplemente quiero dar la tranquilidad de que sí existen otras opciones de tratamiento para ciertos desórdenes hormonales en los cuales es común que prescriban anticonceptivos. A través de la medicina funcional, que busca la raíz de las patologías, podemos hacer una intervención multidimensional que permita un abordaje integral y brindar un campo terapéutico desde varios frentes.
a. Sx. ovarios poliquísticos-sop:
Es un desorden hormonal, en el cual no se presenta la ovulación de forma regular, usualmente asociado a hallazgos clínicos o de laboratorio de hiperandrogenismo y en ocasiones, la valoración ecográfica de ovario poliquístico. En este caso, los anticonceptivos hormonales son solo un manejo sintomático, que genera un bloqueo hormonal y, por sus efectos anteriormente explicados, controla el acné y reduce los andrógenos durante el tiempo de uso, una vez son suspendidos, el desequilibrio hormonal retornará.
El pilar del tratamiento de este síndrome es realmente un cambio en el estilo de vida basado sobre todo en la alimentación anti-inflamatoria, con baja carga glicémica (ya que hasta el 70% de las mujeres con SOP tienen, además, resistencia a la insulina) asociada a ejercicio regular que combine cardio y fuerza muscular. Adicionalmente, suplementos como magnesio, vitamina D y el mioinositol han sido descritos por múltiples artículos científicos en el manejo integral de esta patología.
En cuanto a la terapia hormonal, de ser necesario y por lo general, temporalmente mientras se instauran hábitos de vida saludable, puede darse progesterona cíclica (progesterona micronizada natural muy similar a la que liberamos en los ciclos normales después de la ovulación) para restablecer una sana ciclicidad.
b. Sx. premenstrual:
Es una condición que le ocurre al 20-30% de las mujeres y se caracteriza por un conjunto de más de 150 síntomas psico-físicos (distensión abdominal, dolor mamario, acné, migraña, irritabilidad, ansiedad, estado de ánimo depresivo, cambios en el apetito, etc.) que alteran la calidad de vida, las relaciones sociales y el desempeño laboral. Usualmente se presenta con mayor predominio los 5 días antes de la menstruación y con resolución de los síntomas 4 días después del inicio de la fase menstrual. Se han descrito múltiples alteraciones neuroendocrinas que pueden explicarlo, pero una variación en el metabolismo de la progesterona por el sistema nervioso central durante la fase lútea, es la teoría más promulgada. Los anticonceptivos hormonales están descritos dentro de la terapia farmacológica, pero nuevamente lo que generan es una anulación de la ciclicidad femenina para evitar los síntomas, sin tratar la causa de base.
Por otra parte, existen un considerable número de opciones distintas para el tratamiento del síndrome premenstrual como: ejercicio aeróbico, terapias de relajación, garantizar un sueño adecuado (en calidad y duración), control de estrés, alimentación rica en triptofano (precursor de serotonina, sustancia clave para darnos estabilidad emocional), ácidos grasos esenciales, ácido fólico, vitaminas E, B6, B12, calcio, magnesio y zinc (ej.: carbohidratos complejos como avena, frijoles, arvejas, soja, frutos secos como almendras, soja; proteínas como huevo, salmón) y con disminución del consumo de grasas saturadas, sal, azúcar refinada, cafeína y alcohol; terapia herbal con extracto de vitex agnus-castus, suplementación con vitamina D, magnesio, omega 3 y curcumina, terapia con antidepresivos/ansiolíticos y tratamiento hormonal con progesterona cíclica, entre otros.
c. Acné:
Cuando este es secundario a otra patología, como en el caso del SOP, es necesario corregir esta causa primaria para ver efectos positivos a largo plazo en este síntoma específico. No obstante, desde la medicina funcional, a través de cambios de estilo de vida que garanticen una microbiota intestinal sana (nuestras bacterias en el intestino que regulan todo el metabolismo estrogénico) como: estrés modulado, ejercicio regular, alimentación anti-inflamatoria, sueño reparador, hidratación suficiente; y con un manejo multidisciplinario de la mano de dermatología, a través de un tratamiento tópico y rutina de piel personalizada, se puede llegar a un control de esta enfermedad.
d. Endometriosis:
Es una patología cada vez más común, que se caracteriza por tejido endometrial (capa interna del útero) ectópico, es decir, que crece en zonas donde no debería, como el músculo uterino, las trompas, ovarios, la pelvis, la serosa de otros órganos como colón o vejiga, e incluso esta descrita a nivel extra-pélvico. Esta puede generar síntomas como dolor severo con la menstruación, dolor con la relación sexual, sangrado menstrual abundante, entre otros.
Aunque la endometriosis es una enfermedad complicada y en ocasiones la cirugía y/o terapia hormonal con anticonceptivos son el tratamiento de elección, en la actualidad muchos ginecólogos optamos por esta opción como última línea, ya que cada vez contamos con más herramientas desde la ginecología funcional para combatir la raíz de esta enfermedad como: alimentación anti-hiperestrogenismo (los estrógenos son la gasolina de esta enfermedad) y anti-inflamatoria, ejercicio regular, suplementación basada en glutatión, curcumina, quercetina, omega 3 y control del estrés, por nombrar algunos.
3. Cambia tu estilo de vida: instaura hábitos saludables
Muchas de las alteraciones que pueden darse en la salud hormonal tienen como raíz hábitos muy poco saludables, como te has podido percatar al hablar de las principales enfermedades en donde los anticonceptivos son prescritos.
De esta manera, te invito a enfocarte a mejorar tu calidad de vida a través de estos 5 puntos fundamentales:
Sueño reparador
De 7-8 hrs de duración.
Ejercicio y actividad física regular:
3-4 veces a la semana combinando cardio con entrenamiento de fuerza muscular.
Alimentación:
Saludable y anti-inflamatoria, rica en fibra vegetal, comida real, evitando al máximo azucares refinados, jugos, gaseosas, comida rápida y procesada.
Hidratación adecuada:
de aproximadamente 1.5 a 2 LT (aunque siempre debe individualizarse esta recomendación para cada mujer).
Control del estrés:
A través de oración diaria y Eucaristía frecuente para aquellos que somos católicos, terapia psicológica y/o psiquiátrica, hobbies que te apasionen y te den descanso físico y/o mental y suplementación con adaptógenos (consúltalo con tu médico).
Balance entre tu vida familiar/personal y laboral:
La vida se nos pasa a veces en el trabajo, recuerda hay mucho más que tu empleo, es importante que disfrutes tiempo de calidad con tus seres queridos, mañana puede ser demasiado tarde. Vive el hoy, un día a la vez.
4. Inicia suplementos personalizados: los anticonceptivos generan depleción nutricional
Durante el uso de anticonceptivos hormonales, se ha demostrado que puede haber una depleción de nutrientes, que claramente continua después de suspenderlos. Dentro de los que la evidencia científica ha identificado es importante iniciar suplencia se encuentran: vitamina C, E, magnesio, selenio, zinc, ácido fólico y vitaminas del complejo B (B2, B6 y B12).[2][3]
También, se ha encontrado que la suplementación de omega 3 y vitamina D, puede tener efectos beneficiosos en la etapa de transición al dejar los anticonceptivos. Pero, recuerda, esta suplementación debe ser individualizada para cada mujer, por lo que te animo a consultar con tu ginecólogo o médico funcional.
5. Si los usabas para planificar con tu esposo, reconoce tu fertilidad a través de un método natural
Si en este momento han decidido como esposos que por circunstancias graves e importantes deben posponer el embarazo de forma temporal o indefinida, los métodos de reconocimiento de la fertilidad son alternativas reales, efectivas y respetuosas con la dignidad del hombre y de la mujer, sin efectos adversos y en donde los esposos se sienten y son verdaderamente corresponsables de su fertilidad.
Existen múltiples métodos naturales o para reconocer la fertilidad como el MOB (método de ovulación de Billings) y el modelo Creighton, basados en la observación del moco cervical de la mujer y el método sintotérmico de doble comprobación que combina la sensación y apariencia del moco cervical con la toma diaria de la temperatura corporal basal.
La efectividad de estos métodos de reconocimiento tradicionales para posponer el embarazo se encuentra entre el 96.6 al 99.8%[4], así que debes saber, que puedes dejar los anticonceptivos y que podrás vivir una sexualidad plena, sin miedo, y en verdadera libertad, en donde ambos puedan ser quien son, sin bloquear o alterar su fertilidad y salud hormonal, simplemente aprendiendo a leer la fertilidad cíclica femenina y actuando en consecuencia.
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Cómo mensaje final, quiero decirte que, sí, se puede. No es imposible que dejes la anticoncepción hormonal. Solo debes buscar otras opciones como las que te planteo aquí, llamar hasta encontrar un profesional de la salud que esté dispuesto a acompañarte en esta travesía y pedirle que te brinde alternativas terapéuticas que sanen la raíz de la condición por la cual los iniciaste o que simplemente te guie en el proceso de dejarlos, para hacer la transición a una ciclicidad natural que te permita reconocer tu fertilidad, para vivir una sexualidad de donación y entrega total y mutua, basada en el respeto, la reciprocidad y el amor que siempre busca el bien integral del otro.
[1] Damtie Y, Kefale B, Arefaynie M, Yalew M, Adane B (2023) Fertility return after hormonal contraceptive discontinuation and associated factors among women attended Family Guidance Association of Ethiopia Dessie model clinic, Northeast Ethiopia: A cross-sectional study. PLoS ONE 18(7): e0287440. https://doi.org/10.1371/ journal.pone.0287440
[2] Palmery M, Saraceno A, Vaiarelli A, Carlomagno G. Oral contraceptives and changes in nutritional requirements. Eur Rev Med Pharmacol Sci. 2013 Jul;17(13):1804-13. PMID: 23852908.
[3] Porcaro G., Angelozzi P. Supplementation with specific micronutrients reduces the adverse effects of combined oral contraceptive treatment. IJMDAT 2019; 2: e194. DOI: 10.32113/ijmdat_20197_194
[4] Turner, J. Misrepresentation of contraceptive effectiveness rates for fertility awareness methods of family planning. J. Obstet. Gynaecol. Res. 2020