Son muchas las parejas que no logran el embarazo naturalmente, o que no lo logran no tan rápido como creían. Este problema incluso se suscita en aquellas familias que ya tienen un hijo, pero para las cuales el segundo no parece llegar.
Algunos consultan con sus médicos de cabecera, pero después de algunos estudios estandarizados queda la respuesta (¿vacía?) de que “está todo normal”; o quizás, este fatalismo: “solo con fertilidad asistida se podría lograr el embarazo”. La mayoría de las veces no hay mucha más explicación, o a veces simplemente se concluye: “infertilidad por causas desconocidas”. Pero entonces, ¿qué opciones tienen realmente?
#1 Reconocimiento de ciclos
El modelo Creighton, u otro método natural como el método BIllings o el sintotérmico, permiten reconocer el tiempo de fertilidad de la pareja. Este paso es básico. Muchas parejas simplemente no saben cuándo hay que tener relaciones, por lo cual todos los días del ciclo. Esto no solamente es desgastante para cualquier pareja, sino que resulta contraproducente para optimizar la fertilidad.
El desgaste también se da a nivel fisiológico para el varón. Lo ideal es reconocer el tiempo de fertilidad de la mujer, para buscar tener relaciones durante ese momento. Tener relaciones antes del tiempo de fertilidad puede ser contraproducente; tener relaciones después del tiempo de fertilidad no tiene sentido —ya que la mujer ovula una sola vez por ciclo.
#2 Revisión de diagnóstico
Los médicos son humanos y existen equivocaciones. Algunos no tienen protocolos específicos y actualizados respecto de fertilidad. Simplemente se saltean el paso diagnóstico, y prefieren derivar a clínicas de fertilidad de alta complejidad.
Pero la verdad es que muchas veces hay fallas en la etapa diagnóstica o falta de motivación para lograr un diagnóstico adecuado. El aumento de técnicas reproductivas muchas veces termina empobreciendo un diagnóstico. El embarazo es el resultado esperable de dos personas sanas; si eso no sucede, es porque algo no se está dando de manera saludable.
La fertilidad es signo de salud. No es un diagnóstico en sí, es un síntoma de algo subyacente. La parte importante es averiguar QUÉ es lo que sucede, para poder dar un tratamiento adecuado. No deberían contentarse con no tener un diagnóstico.
#3 Naprotecnología
Si buscas un embarazo y este no llega, esta información es importante. La Naprotecnología es una ciencia médica que trabaja incorporando el ciclo de la mujer como análisis dentro del diagnóstico. Partiendo del registro del ciclo de la mujer con el modelo Creighton, tienen protocolos específicos para buscar un diagnóstico y llevar adelante un tratamiento que logre restaurar la fertilidad natural de los esposos. Su finalidad es restablecer aquello que no esté funcionando bien, para darles el poder de concebir naturalmente.
No utiliza métodos de alta o baja complejidad. Su objetivo es la salud de la mujer y del esposo, considerando que les corresponde a ellos dar lugar a una nueva vida. Implica un conocimiento minucioso del ciclo, y pueden pedir para lograr un diagnóstico adecuado análisis hormonales más específicos, ya que están centrados en el registro del ciclo; también incluye cirugías para descartar endometriosis. La mayoría tiene atención a distancia. Este tipo de medicina es lo que muchos esposos buscan y no encuentran, dada la amplia difusión que existe en tratamientos de alta complejidad.
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La fertilidad no suele ser un tema que se aborde, por lo que muchas veces queda sujeto a falsas verdades, mitos, o historias de éxito de la vecina de la prima de la tía. Pero tenemos muchas opciones, y existen profesionales especializados que ven el ciclo como salud; por ello, si estás en esta difícil situación, ¡animate a descubrir cómo funciona tu fertilidad!
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