En nuestra opinión, ver porno mientras tenemos relaciones sexuales conyugales se trata de una mala práctica. Por ello, en este artículo expondremos los principales motivos que nos llevan a fundamentar esta convicción.
#1 Ver pornografía hace que, en cierta medida, perdamos la excitación por la vista
Esto es así, ya que la exposición a esas escenas tan agresivas para la sensibilidad de la persona nos lleva a necesitar cada vez más intensidad para excitarnos.
#2 La pornografía está más inclinada hacia el varón
Ello ocurre porque el varón es más visual. En cambio, la mujer tiene otros tipos de estímulos más apropiados para excitarse. No queremos decir que no haya mujeres que se exciten con porno, pero en proporción respecto de los varones, son minoría —según hemos comprobado en nuestra experiencia profesional—.
#3 A los efectos de una relación sexual plena, la pornografía constituye una pérdida de tiempo
Quienes la consumen en este marco no llegan a conocer cómo excitar a su pareja pareja. Por el contrario, se esconden detrás de unas imágenes para excitarse.
#4 Se puede convertir en una suerte de clase “on line” de sexo duro
Se pierden la intimidad y la complicidad, porque los cónyuges están viendo e intentando copiar la coreografía de la película.
#5 No todo lo que hacen en la película pornográfica se debe hacer
Esto es así, en nuestra opinión, unas veces porque puede ser peligroso, y otras, porque puede dañarnos físicamente, o dañar nuestra sensibilidad. Las urgencias de los hospitales tienen que atender a varones con el pene “fracturado” por una excesiva torsión o por otras razones, y a mujeres con objetos en su vagina que no son capaces de sacar.
#6 Conlleva una total falta de imaginación y de interés por conocer sexualmente al otro
Se pierde sensibilidad para las cosas pequeñas de cada día. Se inunda la imaginación con imágenes irreales, lo cual muchas veces nos impide ver al otro como persona para amar y respetar.
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Como veis, somos anti porno. Y, ¡atención! En nuestro libro Sexo para inconformistas hablamos de que no solo hay películas porno: también algunos los libros son porno. ¡Cuántas veces creemos llevar bajo el brazo un libro, y, sin embargo, lo que llevamos es “basura llena de excrementos”! Pero parece que un libro es cultura siempre. La realidad es que a veces es peor que una peli. Os remitimos a nuestro libro, en el que hablamos extendidamente de este tema. Y no dejéis de seguirnos en nuestra cuenta de Instagram: @lonuestro.info.